Alo largo del año 2012 se han registrado cerca de 3,000 acciones de protestas a nivel nacional, ya sea por reclamos puntuales de comunidades o grupos, o en contra de políticas de Estado, como la reforma fiscal, o el cese a la impunidad y la corrupción, de las que se señala al expresidente Leonel Fernández por ser quien gobernó el país hasta el 16 de agosto.
También el país fue testigo de caminatas, vigilias, misas y concentraciones en parques y calles de la ciudad capital y pueblos del interior, y peregrinajes desde varios puntos del país hacia Santo Domingo, en reclamo del cese a la brutalidad policial, en contra de los feminicidios, en demanda del pago de pensiones atrasadas o en contra de los apagones.
El hecho de que el movimiento Educación Digna le haya arrancado a la clase política (como señala en su Informe 2012 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos) el compromiso del 4% del producto interno burto (PIB) para la educación preuniversitaria, y que haya motivado al presidente Danilo Medina a incluirlo en el presupuesto de 2013, bien puede considerarse una victoria significativa del movimiento social este año.
La represión policial como respuesta oficial a las protestas y reclamos arrojaron al final del año las muertes del estudiante de medicina William Florián, en el campus de la UASD, y de la profesora Ángela Heredia, en Barahona.
Riquitos toman las calles
Los reclamos sociales han estado encabezados por organizaciones de clase media y jóvenes, siendo notoria la pasividad de los segmentos más pobres de la población, lo que estaría explicado en que siendo 2012 un año electoral, los campos y barrios del país fueron literalmente bombardeados por las acciones del gobierno con miras a retener el poder en un escenario en que más del 68% de la población reclamaba un cambio.
La no dependencia de una tarjeta Solidaridad ni de los planes sociales del Gobierno, así como el nivel de conciencia de la clase media, no estuvieron dentro de los cálculos del oficialismo a la hora de apañar la corrupción y adoptar medidas que lesionan directamente los bolsillos de ese segmento social.
La revelación de un déficit fiscal de RD$187 mil millones hasta el 16 de agosto y proyectado en RD$203 mil millones para finales de año, articuló una serie de movimientos que, con caras jóvenes y haciendo uso de las redes sociales, desbordó el control que hasta entonces había mantenido el Gobierno sobre la opinión pública a través de los medios tradicionales.
La masa de jóvenes que han dado la cara se ha mostrado irreverente ante el poder. El domingo último, en el Obelisco Hembra, una joven denunciaba en una cartulina que el Gobierno pretende cobrarle mediante el paquetazo tributario (reforma fiscal, según el lenguaje oficial) un déficit de más de RD$187 mil millones que ni ella ni su familia se gozaron. “Que lo pague Leonel y el gato Félix (el senador Bautista)”, decía el cartel.
A su lado un par de mulatos con la máscara del protagonista de la película “V de Venganza” y que simboliza la rebeldía de la Generación 2.0, mostraban otros carteles en los que se acusa al presidente Danilo Medina de complicidad con Fernández, llamándolo, incluso, a la valentía.
Otros movimientos
Pero no toda la movilización social ha estado encabezada por la clase media, como se ha insistido en destacar. Organizaciones como el Foro Social Alternativo, el Falpo y agrupaciones juveniles ligadas a la izquierda han asumido su espacio a través de los juicios populares contra Leonel Fernández y participan activamente en las movilizaciones contra la impunidad que se han efectuado en Estados Unidos, Puerto Rico y Europa.
La intensidad de los movimientos sociales a partir del nuevo gobierno prácticamente opacó las protestas en reclamo de reivindicaciones que se hicieron en la primera mitad del año.
Una de las novedades del movimiento social lo constituyen los juicios populares al expresidente Fernández. Santo Domingo, San Francisco de Macorís y Santiago han sido escenarios de esos “tribunales” montados en plazas públicas y en los que se sigue una especie de proceso, presentando pruebas y permitiendo que los actores que fungen como acusados sean defendidos por sus abogados.
Si bien los juicios buscan una condena simbólica de la sociedad contra el exmandatario y sus funcionarios, también reflejan una profunda desconfianza hacia el sistema judicial dominicano.
Pero las protestas sociales no han alcanzado objetivos más allá que la asignación del 4% del PIB a la educación. Pues los reclamos de someter a la Justicia a exfuncionarios y de detener la reforma fiscal no surtieron los efectos deseados por los protestantes.
Leonel Fernández tuvo que reaccionar
Cuando el 16 de agosto Leonel Fernández entregó la Presidencia lo hizo con un blindaje sin precedentes en la historia democrática criolla. Sin embargo, la reacción del Gobierno al no admitir la querella penal de Alianza País, la forma en que el Comité Político del PLD se concentró a su alrededor y que el mismo exmandatario haya tenido que salir a defenderse, demuestran los efectos sobre Fernández ante el empuje del movimiento social y el eco que la prensa internacional se ha hecho, así como los cuestionamientos que de las causas del déficit fiscal y los alcances de la reforma tributaria han hecho medios como CNN, New York Time y The Economics.
Ante la contundencia de las protestas en contra de la reforma tributaria, se ha pretendido descalificar el movimiento, para lo cual se recurre a la estrategia de pretender maleficiarlo al identificarlo con el sello de Hipólito Mejía y sus adeptos.
Justicia Fiscal
“No descansaremos hasta que Leonel Fernández y sus amigos corruptos sean enjuiciados y vayan a la cárcel”
R. Pared Pérez
“Se busca descalificar al presidente Leonel Fernández como candidato de las elecciones presidenciales de 2016”
