Si la cantidad de público que asistirá a los juegos del torneo superior de baloncesto distrital es la que va a medir el éxito de la justa que comienza hoy entonces será un súper evento.
Tengo unos días diciendo que la gente está en baloncesto, sobre todo después de lo que vi en el certamen sub 25 de la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (Abadina).
El miércoles hablaba con un directivo de uno de los clubes participantes en la justa y me decía que la decisión de usar como sede al club Mauricio Báez se debió a los tantos ataques mediáticos de los “técnicos” que entienden que ese torneo debe ir a instalaciones pequeñas.
Desde mi óptica no es más que una percepción errada y, al igual que muchos, entiendo que no necesitarán muchas fechas para echar para atrás esa decisión, o en su defecto, disminuir la cantidad de fechas en el club de Villa Juana y, por ende, aumentar las jornadas en el Palacio del Voleibol, donde se van a celebrar ocho.
No quiero imaginarme un juego en el club Mauricio Báez entre el Rafael Barias y Los Mina o uno de Bameso y San Carlos. Lo que pudiese suceder allí es impensable, tomando en cuenta que la moderna instalación solo tiene capacidad para poco menos de 2,000 personas sentadas.
La tendencia a seguir de los directivos de la Abadina y de los clubes nunca debe ser rendirse y dejarse subyugar por las opiniones de terceros, todo lo contrario, debe ser mirar al futuro y trabajar más (con cabeza). A ese paso, entonces terminaremos jugando el histórico evento en las canchas al aire libre del Centro Olímpico.
No es posible, por ejemplo, que el torneo haya carecido de una recomendada campaña publicitaria que se convierta en imán que atraiga público y que haya sacado una pésima nota en cuanto a presencia en los medios de comunicación impresos. Algunos clubes trabajaron bien por separado, pero me refiero a la institucionalidad como tal.
De todas formas, el torneo arranca hoy, así que no me queda más que desear que sea el mejor y, por supuesto, que gane el mejor.
