La Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra realizó su Nonagésima Cuarta Graduación, donde otorgó 1,019 títulos a graduandos de grado, postgrado y técnicos.
La ceremonia fue realizada en la explanada de graduaciones del Campus Santiago, e inició con la invocación a cargo de monseñor Fausto Mejía Vallejo, obispo de la Diócesis de San Francisco de Macorís y miembro de la Junta de Directores de la PUCMM; mientras que el rector de la universidad, reverendo padre Alfredo de la Cruz Baldera presentó a la oradora invitada, Mercedes Carmen Capellán de Lama, directora de la Fundación Grupo M y miembro de la Junta de Directores de la PUCMM.
“Llevémonos de lo que dice el corazón para ser compasivos y colaborar con el prójimo y que el corazón nos recuerde que la vida es recíproca, que no debemos caer en el individualismo y que no podemos vivir aislados y solos, esas son las cosas que sí el corazón debe guiarnos; el corazón nos ayuda a no crear un mundo desigual y a balancear lo que el pensamiento crítico y la razón nos dicta”, expresó.
Además exhortó a los graduandos a no caer en las tentaciones de este mundo convulso, con tantas acciones oscuras, de poca transparencia y maldad.
En nombre de los graduandos habló Abraham Espinal, ingeniero electromecánico, quien animó a sus compañeros a estar preparados para la acción, tener fe y confianza en sus capacidades para alcanzar los objetivos propuestos.
En este acto, un grupo de 31 servidores públicos se graduó de una Maestría en Alta Gerencia Pública, un programa desarrollado en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), conjuntamente con la Escuela Nacional de Administración (ENA), de Francia, financiado por el Ministerio de Administración Pública (MAP).
El ministro Ramón Ventura Camejo ponderó que entre los cursos de la maestría se prioriza la gestión de la calidad, fundamentada en los conocimientos técnicos y científicos .
