Calificado por muchos como el evento más vistoso, colorido y divertido de la República Dominicana, el carnaval de La Vega ha calado a tal nivel en el gusto popular que el segundo mes del año se ha convertido en el favorito de la nación.
Cada domingo de febrero personas de distintas provincias del país y del extranjero se dan cita en esta provincia, calificada por los lugareños como Ciudad Culta, Olímpica y Carnavalesca.
Desde ya, la alegría y el entusiasmo de esta fecha se adueña de los dominicanos, puesto que la creatividad con la que se diseñan los trajes y la picardía de los personajes, hace de esta actividad un momento inolvidable.
En esta localidad se realiza un carnaval comercial y otro tradicional.
El carnaval comercial es el más conocido, popular, publicitado y, además, es difundido por los medios de comunicación. En esta manifestación las comparsas compiten entre sí, por lo que suelen desfilar con vistosos trajes, que conllevan la inversión de una gran suma de dinero. El desfile se realiza en la tarde.
El arquitecto Orlando Lora detalla que lo que hace que este carnaval sea diferente a los demás es la seguridad, organización, montaje de tarimas, vistosidad, la magia de los diablos cojuelos y los personajes que se agregan cada año.
Agrega el arquitecto Lora, que la publicidad es masiva, que además es notoria la asistencia de la prensa internacional, como Nueva York, Alemania, Francia, España, Canadá, Puerto Rico y Japón. Cada año, para este evento se elige una reina, y para este 2014 fue electa la joven Leisa Weidner.
Esta es una de las tradiciones más esperadas en el Cibao y en el resto del país. El carnaval ha ido evolucionando con el tiempo, gracias a la integración de reconocidos artesanos, profesionales del diseño, de la confección, y de artistas plásticos, quienes cada año ponen de relieve su creatividad con el diseño de vistosos disfraces. l
Los personajes del carnaval vegano
El “Diablo Cojuelo” es el personaje principal del carnaval vegano, y es considerado por estudiosos del folklore como uno de los de mayor atracción, no solo del país, también de otros países.
Otros personajes que, además, participan de esta gran celebración son: Los Tígueres, Los Pica Piedra, Los Rebeldes, y Los Fatales, quienes se destacan por sus innovaciones y atracciones cada domingo de febrero.
Existen otros que participan no sólo en el carnaval de La Vega , sino también en los que se realizan en otras ciudades del país, entre los que están: Robalagallina, Se me muere Rebeca, Califé, Los Africanos, Los Indios, La Muerte en Jeep, Los Árabes, Los Marimantas, Los Monos de Simonico, LosTravestis y Los Galleros, entre otros.
Historia de la celebración
El carnaval es la fiesta popular más grande que tiene la República Dominicana. La palabra carnaval proviene del vocablo latín “carnavale”, que significa despedida de la carne y que en algunos países de Europa, como España, se realizaban Carnestolendas. Este evento es una manifestación cultural traída a tierras dominicanas por los españoles y tenía un fundamento totalmente católico, ya que estuvo sustentado en la Bula Transitorium, del Papa Urbano IV.
Según el libro “Consultorio Folklórico”, que aparece en el blog http://folkloredominicano.blogspot.com/, esa bula “permitió que los católicos pudieran disfrazarse durante tres días, concluyendo el martes antes del Miércoles de Ceniza, en unas celebraciones que luego se conocerían como carnaval y en ceremonias rituales”. Luego, el carnaval comenzó a celebrarse en la Hispaniola y coincidía con el aniversario de las gestas de Independencia Nacional y la guerra de la Restauración de la República, tanto en el mes de febrero como en agosto.
Así, históricamente se realizó carnaval o manifestaciones de carnaval en La Vega Vieja. El sociólogo y folklorista Dagoberto Tejeda explica en el libro “Interrogantes del carnaval vegano, tres versiones”, que ninguna de las dos cosas, porque no hay documentación ni historia oral que lo sustente.
Tejeda expresa que los argumentos que se plantean para sostener que se desarrollaron expresiones carnavalescas están basados en la existencia del juego de Moros y Cristianos, que no tenía nada que ver con carnaval durante la colonización, así como la celebración de las festividades en honor de San Sebastián.
Para finales del siglo XIX, La Vega era considerada “La Andalucía” de la República Dominicana, por ser para esa época una de las ciudades con mayor nivel comercial-cultural y desarrollo urbano del país. También señala Tejeda, porque para esa fecha comenzó a transformarse con las relaciones comerciales: Venta de carne, ganadería y producción de café, tabaco, productos determinantes que incidieron para darle a esta ciudad, junto con la apertura del ferrocarril Cibao-Sánchez, el despliegue final de un desarrollo que jamás ha perdido.
El sociólogo destaca que es en febrero de 1897 cuando apareció la teatralización de la comparsa de San Juan que se reporta el primer documento de esta manifestación cultural, realizada por don Jovino Espínola Reyes, el cronista de la ciudad, la cual posteriormente, en 1910, fue sustituida por razones ideológicas-racistas, por la comparsa de San Blas.
Todos los domingos un desfile
Cada domingo del mes de febrero en horas de la tarde, los diablos cojuelos salen a la calle con sus vejigas de toro, golpeando a todo el que se baja a la calle, pero respetan a los que se mantienen en la acera o calzada y no desafían los potentes vejigazos.
Como no todo es por diversión, diversas empresas organizan tours desde Santo Domingo y otras ciudades, cuya actividad se ha convertido en un buen negocio, para unos, y un escenario de diversión y esparcimiento para quienes van a disfrutar del desfile. Además del transporte en cómodo autobuses, el paquete incluye refrigerios y hasta paquete de fotografías.
El desfile se realiza en la calle Padre Adolfo, pasando por el Parque de las Flores, donde los diablos cojuelos se lanzan sobre los transeúntes que abandonan la calzada. Allí culmina el evento con un desfile en el que participan más de 80 comparsas, que cada año muestran el ingenio de los organizadores con llamativos trajes con lentejuelas, espejos y los imprensionantes cachos o cuernos de las
caretas del diablo cojuelo que puede representar la ya conocida cara del diablo europeo o la cabeza de algún animal.
Los participantes tratan de impresionar con los diseños de las caretas, cuyo aspecto al tiempo de tratar de aterrorizar a los chicos, se empeña en llevar alegría al desfile y a su paso llenan la calles de colorido y esplendor. l
Menos comercial y más tradicional
El carnaval tradicional se celebra los domingos por la mañana. Año tras año los participantes se disfrazan como quieren, sin competencia ni publicidad.
Su objetivo es disfrutar de esta esperada y divertida celebración y mantener vivo el verdadero motivo de esta festividad. La folklorista y periodista Xiomarita Pérez explica, en el “consultorio folklórico” que aparece en su blog, que el personaje de Diablo Cojuelo usa un traje de tela de color brillante, pantalón ancho y camisa con mangas, revestido de cascabeles, lentejuelas y brillo.
La máscara era originalmente una reproducción del diablo mefistofélico medieval, con dos cachitos, pero ha pasado por un proceso de transformación que imita formas grotescas. Usan cinco vejigas de cuero de vaca, una dentro de la otra, se ponen a secar y luego se forran de tela.
