“Mi pareja no me satisface” o “el sexo se ha vuelto monótono”, son algunas de las frases más comunes en la sala de un terapeuta sexual. Sin embargo, muy pocas se han atrevido a tocar este tema con sus parejas, y plentearles la forma en que quieren ser tocadas, besadas, acariciadas y hasta las posiciones en las que sienten más placer. ¿Cuándo fue la última vez que pediste lo que querías?
1 Nadie es adivino. No, su pareja no tiene por qué imaginarse que te mueres por estar con él en la ducha o que tu fetiche es con artículos de cocina. ¡Atrévete a expresarte! La cama es el lugar idóneo para dejar a un lado la vergüenza y dejarle saber a tu hombre cómo hacerte llegar a la cúspide del placer.
2 ¡Cuidado! No empieces a pedir sin medir las consecuencias. Para entrar en este terreno con tu pareja existen reglas, nos explica la doctora Nancy Álvarez. “Ten mucho cuidado con lo que vayas a decirle a tu pareja sobre su desempeño sexual. Los hombres son sumamente sensibles sobre esta área de su vida. Si quieres que te haga algo específico, dirige su mano con delicadeza hacia donde deseas ser tocada”. Por otro lado, al momento de hablar, siempre inicia la conversación destacando las cosas que hace bien, evita criticar; sugiere con mucho tacto.
3 Gritar y gemir también es hablar. Si hablar no es su fuerte, pueden recurrir a otros métodos no verbales. Afirma la terapeuta sexual que “los gemidos son un camino bueno y directo”, pues los excitará a ambos.
4 ¡Atención chicos! Álvarez recomienda no olvidar que las mujeres son enemigas de la rutina en la cama. “Ellos repiten lo que les funciona por miedo a perder la erección”, dice. Esta rutina provoca tedio en la pareja, pues ya la conoce de memoria. P
Hablar es bueno
Fomenten la costumbre de hablar de sexo, de lo que les gusta y de cómo disfrutaron el último encuentro. Esto tiene un doble beneficio: se excitan y a la vez se conocen más.
Apetito masculino
Los niveles de testosterona (que potencia la líbido) en los hombres aumentan con la vitamina D que produce el organismo tras la exposición a la luz solar, según un estudio de la Universidad Médica de Graz (Austria) publicado en la revista Clinical Endocrinology.
¿Depresión post-sexo?
Científicos del Instituto de Tecnología de Queensland, en Australia, descubrieron que una de cada tres mujeres sufre de disforia postcoital. Algunas de las causas tienen que ver con haber padecido agresiones sexuales en algún momento de sus vidas, provocando sentimientos de culpa y vergüenza.
Dormir vs Sexo
Una encuesta realizada por el instituto Ipsos de Nueva York reveló que las mujeres prefieren dormir a tener sexo. La investigación se realizó con 2 mil mujeres entre 18 y 49 años.
