El puente que une las comunidades de Nizao, Baní, con Palenque, San Cristóbal, está al borde del colapso.
La estructura de comunicación, que fue construida hace más de 20 años, también carece de iluminación.
Residentes de Nizao deploraron su estado y aseguraron que el mismo representa un peligro para sus usuarios.
La obra sufrió un derrumbe hace un tiempo, y, según moradores de la zona, desde entonces se han incrementado los atracos en el área, debido a que los delincuentes aprovechan el hecho de que los conductores tienen que disminuir la velocidad, para interceptarlos y robarles. “Como uno no puede ir brisiao por el estado del puente, los ladrones aprovechan para atracar a uno”, se quejó Jorge Nicolás, quien lo utiliza con frecuencia.
Los comerciantes de la zona sureña también tienen su queja al respecto. Dicen que el flujo de visitantes al río Nizao ha disminuido producto del mal estado del puente.
El tramo carretero entre ambas localidades también se encuentra casi intransitable.
Conductores que a diario tienen que hacer uso de la vía afirman que sus vehículos son los que más sufren las consecuencias del deterioro.
La alcaldía de Nizao explicó que el mal estado del tramo data de hace cerca de 13 años.
Glovis Reyes, alcaldesa de Nizao, aseguró que hace más de ocho meses que está tramitando con el Ministerio de Obras Públicas y otras autoridades de la región Sur el remozamiento de la vía y del puente, sin que hasta el momento hayan obtenido ningún resultado. “Nos hemos reunido con el Ministerio de Obras Públicas y con todos los técnicos que tienen que ver con esa cartera, pidiendo que eviten una tragedia, y todavía no han venido en auxilio”, expresó Reyes.
La funcionaria municipal afirmó que los cabildos de ambas localidades no cuentan con los recursos para asumir la reparación de las estructuras.
