Futbolista Alan Pulido sometió a uno de sus raptores y obtuvo su liberación

CIUDAD VICTORIA, México. Poco más de 24 horas después de haber sido secuestrado, el futbolista mexicano Alan Pulido quedó a solas con uno de sus captores y vio una oportunidad.

CIUDAD VICTORIA, México. Poco más de 24 horas después de haber sido secuestrado, el futbolista mexicano Alan Pulido quedó a solas con uno de sus captores y vio una oportunidad. El delantero del Olympiacos forcejeó, lo sometió, le quitó la pistola y el celular, y llamó al número de emergencias. En cuestión de minutos, el futbolista estaba libre, a bordo de una patrulla.

Un reporte oficial que resume las tres llamadas a un número de emergencias que hizo Pulido, y obtenido por The Associated Press, muestra cómo el jugador de 25 años amenazó y golpeó a uno de sus captores para que le dijera dónde estaban, al tiempo que se mantenía al teléfono con un operador.

Actor principal

El dramático recuento también muestra que Pulido fue el actor principal de su liberación, en contraste con el inicial reporte oficial de que fue rescatado por la policía tras su secuestro el sábado en Ciudad Victoria, capital del estado norteño de Tamaulipas.

En una primera llamada, Pulido dijo que dos de tres secuestradores dejaron la casa y entonces sometió a quien quedó con él. El jugador se asomó a la ventana y describió que estaba en una casa color blanco de dos pisos, con dos autos, uno gris y otro rojo, estacionados enfrente. En la siguiente llamada, Pulido indicó al operador que la policía estatal había llegado a la casa.

El operador pidió luego al jugador que disparara la pistola a fin de que los agentes supieran que estaban en el lugar correcto, pero él les respondió que no tiene balas. El jugador señaló que la policía comenzó a disparar hacia la casa y que él iba vestido de short y playera, y que no lo confundieran con el secuestrador, que para entonces estaba inconsciente.

Una vez que estuvo con la policía, Pulido hizo una tercera llamada sólo para confirmar con el operador que estaba con agentes “de confianza”, según el reporte.

Pulido compareció brevemente ante la prensa la madrugada de ayer con la mano derecha vendada, poco después de su liberación.

Interrogado por reporteros sobre su estado, Pulido sólo alcanzó a decir: “Muy bien, gracias a Dios”.

La tarde de ayer, Pulido agradeció a todos por sus oraciones

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