¿Qué dicen tus garabatos?

¿Rayar mientras hablas por teléfono? ¡Eso no es nada! Diría cualquier dibujante inconciente. Pero, la otra noche en una…

¿Rayar mientras hablas por teléfono? ¡Eso no es nada! Diría cualquier dibujante inconciente. Pero, la otra noche en una conferencia, mientras el conferencista trataba de llamar la atención del auditorio con bromas sobre los errores de los gobernantes y una que otra alerta sobre la caída del capitalismo y la economía, en el folleto de tu amiga Laura no quedaba espacio para una flor más. Sí, es probable que estuviera aburrida.

«Si estás distraído o no te interesa lo que te están hablando, pues te pones a garabatear la primera hoja que encuentres. Eso es falta de concentración», expresa Moisés Alvarado, visitador a médico de 34 años de edad, quien confiesa que sólo escribe lo que tiene que escribir. 

Los llaman grafismos inconscientes, como se les denomina psicológicamente, ponen de manifiesto los rasgos de la personalidad y las emociones -muchas veces ocultas- de quien los escribe o dibuja. Son una forma de exteriorizar deseos y aspiraciones, pero también angustias, temores y hasta desasosiego.

¿Qué los provoca o qué nos impulsa a hacer garabatos? Según el profesor de grafología Pedro José Foglia, los grafismos inconscientes surgen porque las personas tienen la posibilidad de expresarse libremente y así realizarlos, manan sin pensar.

Subconsciente ilustrado

Los grafismos se dividen en dos categorías: están los de difícil reconocimiento, llamados abstractos, y los reconocibles. Para ambos, la interpretación es la misma. Foglia detalla en su obra, una serie de consideraciones a tomar en cuenta en el momento de un grafólogo interpretar la «obra de arte» de un escribiente inconsciente.

Normalmente, quien los hace elige una zona de la hoja para hacerlos, este espacio se divide en tres partes horizontales y tres verticales. Esto es lo que simboliza cada una:

La zona izquierda: el pasado, introversión y a la madre.

La zona central: el presente.

La zona derecha: el futuro, extroversión y al padre.

Parte superior: el superyo (ego), el futuro y el cuerpo.

Parte central: el yo, el presente y el centro del cuerpo.

Zona inferior: la libido, el pasado y la parte inferior del cuerpo.

Pero también se consideran las deducciones sicológicas, como los espacios en blanco entre los dibujos o la presión ejercida con el lápiz. En este último caso, dependiendo si es suave o fuerte, se denota aceptación, perdón, amistad, sensibilidad, determinación, tristeza u odio. Además de la lógica de que cuando alguien hace siempre lo mismo, es porque tiene una fijación con ese tema en particular.

Otras deducciones son las de los conceptos universales, como el tamaño de los mismos, que reflejan ambición, fuerte ego o carencia de autoestima. Si los grafismos son sombreados, implican ansiedad, miedos, tensión y preocupación.

 

Los más comunes

Rayas

Las curvas, indican flexibilidad, afecto, bondad y amabilidad.

Onduladas, tolerancia, generosidad, cordialidad y cariño.

Las puntas son agresión, comportamiento antisocial, hostilidad, violencia.

Las rectas, denotan a una persona de pensamiento crítico, pero también indican ataque y frialdad. Si la recta es complicada, es una persona creativa, con iniciativa y artístico. En cambio, las líneas que chocan entre sí, son conflictos.

Flechas, espadas y cuchillos

Agresión, hostilidad, tendencias sádicas, violencia, anti-sociabilidad, lucha interior, ambición, impulsividad, impaciencia y motivación.

Cajas o cuadrados

Si éstos están integrando una pared, es porque quien los dibuja tiene deseos de ser constructivo y tiene aspiraciones. Los tridimensionales implican habilidad para ver las cosas de diferentes puntos de vista. De acuerdo a su inclinación pueden significar que la persona es extrovertida, cautelosa y versátil.

Los triángulos

Estas figuras geométricas revelan un estado racional de la mente y un deseo de ver cosas que vienen del pensamiento. Denotan rigidez, irritabilidad e impaciencia.

Estrellas

Simboliza la esperanza y el optimismo. Además reflejan el espíritu de colaboración del dibujante.

Los círculos

Son reiteración, sociabilidad y deseos de ser flexible. Si forman un racimo denotan afectividad, armonía, sensitividad y fecundidad.

Flores

Las flores reflejan deseos de reproducirse, de crecer. También afectividad y sentimentalismo. Si es un arreglo floral, es sentido de familia y unión.

Árboles

Los árboles representan nuestro ego y nuestras ambiciones. Si es saludable, la persona es equilibrada. De follaje abundante, la persona es sociable. Con hojas y frutos, refleja amor, sexo y niños; pero si se tienen ramas caídas o cayendo, representan depresión y pérdidas.

Dibujar animales

La persona siente sensibilidad hacia ellos, además de placer por estar libre. Si el animal que dibujas es feroz, representa los impulsos, si es doméstico, ayuda. De acuerdo al animal que dibujes, tus garabatos pueden indicar lentitud, carencia de autoconfianza, introversión, inconstancia, debilidad o angustia.

La figura humana

Los perfiles indican que quien los dibuja no gusta de su apariencia. Si el cuerpo no tiene manos, siente que no puede hacer algo. Sin pies, entonces percibe que no pertenece al lugar. Las tachaduras, simbolizan baja autoestima. Las caras tristes son insatisfacción.

Si le has puesto largas pestañas son fantasías sexuales, pero si acentúas los ojos, sientes que debes tener precaución; es sentirse observado. Si dibujas muchas caras, tienes necesidad de vida social.

Otros de los más comunes

Los espirales tipo tornados son coacción, restricción o temor a arriesgarse.

Los corazones rotos, significan justo eso, un corazón roto. Si una flecha los atraviesa es necesidad de romanticismo o una relación.

Quien escribe su nombre repetidas veces, está en busca de su identidad.

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