El pasado lunes fueron posesionados los nuevos miembros de la Junta Central Electoral (JCE). Prestaron juramento ante el presidente del Senado, doctor Reinaldo Pared Pérez.
De inmediato surgió la pregunta: ¿cuál será su principal reto?
Vale señalar el delicado y complicado trabajo que en favor de la democracia dominicana deben realizar los nuevos directivos de la JCE que encabeza el veterano jurisconsulto Julio César Castaños Guzmán.
Roberto Saladín, Carmen Imbert Brugal, Rosario Altagracia Graciano de los Santos y Henry Mejía Oviedo acompañan a Castaños Guzmán en la cúpula del organismo colegial.
Los legisladores de la Cámara Alta escogieron, además, (como suplentes) a los abogados José Miguel Minier, José Lino Martínez, Luis García, Rafael Evangelista Alejo y Juan Bautista Cuevas.
Se cae de la mata la respuesta a la pregunta que se lee en el lead de este artículo: Organizar unas elecciones -para las candidaturas presidencial y vicepresidencial que deben celebrarse en mayo del 2020- limpias, transparentes, que no dejen ni una pizca de duda y apegadas a los más puros principios de la democracia dominicana.
Durante el largo y complejo proceso para escoger al presidente y los demás miembros de la JCE, los medios noticiosos del país, como se esperaba, se hicieron eco de especulaciones que estuvieron latentes.
Se “barajaron” por lo menos una docena de nombres para ocupar la presidencia de la JCE. Nombres que ahora, ya designados los nuevos incumbentes, no vale la pena citar.
Prácticamente en el clímax del proceso de selección surgió el nombre de Castaños Guzmán quien, por su background, tenía el camino allanado para -sin traumas y casi por consenso-, recibir el voto mayoritario para su elección como el máximo directivo de la entidad que durante casi 14 años presidió el jurista Roberto Rosario Márquez.
Castaños Guzmán, quien al momento de su elección se desempeñaba como vicepresidente de la Suprema Corte de Justicia, ocupó por dos períodos seguidos la presidencia del organismo electoral colegiado. De manera que por su experiencia, en esta nueva gestión no debe tener problemas para ejercer el cargo con éxito. Pero su más alto logro lo tendrá si en la consulta comicial del 2020 no se registran cuestionamientos, ¡como ocurrió en las elecciones del pasado 15 de mayo!
Ahora estemos optimistas -y que no prime el escepticismo- respecto al rol que deben jugar los nuevos directivos de la JCE.
