Roberto Rosario Márquez, presidente de la Junta Central Electoral, ha dicho: “El que se roba la voluntad de una gente es como si le robara el espíritu. Merece una pena más grande que el que roba dinero. Es más grave que me acusen de hacer un fraude (electoral) que de hacer un crimen”.
Estas declaraciones publicadas en exclusiva por Diario Libre, han retumbado entre los actores políticos como una muestra más del afán de este hombre por organizar las elecciones más limpias y transparentes registradas en la historia dominicana.
Él mismo explica que no entiende “cómo supuestos amigos dicen públicamente que las próximas elecciones podrían ser sospechosas y que puede haber un baño de sangre porque se irrespete la voluntad popular”.
En otros espacios, Rosario Márquez ha dicho que él tiene un sagrado compromiso con la nación y que “la JCE da garantías a la población de que un solo voto no será desviado hacia un destino que no sea el que el ciudadano quiso que llegara, pues desde hace años, muchos años, las elecciones en el País se ganan y se pierden en las urnas, en los colegios electorales con la voluntad expresada del ciudadano elector”.
Con más de un 94% del Cronograma Electoral ejecutado y con todos los plazos fatales superados, la Junta Central Electoral se encamina al próximo 20 de mayo a la celebración de estas elecciones presidenciales, vicepresidenciales y de diputados de ultrama , despejada de cualquier preocupación.
Es el mismo presidente de esa entidad que ha dicho “los actores políticos y la ciudadanía pueden sentirse tranquilos, pues más temprano de lo previsto tendrán la información que esperan con ansiedad y que será al final de cuenta la información que ellos mismos habrán proporcionado con el ejercicio de su voto”. No hay dudas de que la población, una vez más, cumplirá con su sagrado deber de elegir sus autoridades de manera pacífica, ordenada y decente, segura de que en esta ocasión tiene un árbitro justo, revestido de equidad y transparencia, para afirmar esa misma noche del 20 de mayo que el que ganó, ganó aún sea por un solo voto. ¡Como debe ser!
