Qué hacer ante un atragantamiento

Todos estamos a expensas a que en cualquier momento nos atragantemos mientras ingerimos alimentos sólidos o líquidos, situación que puede provocarnos asfixia repentina y hasta la muerte si no se actúa rápidamente.

Todos estamos a expensas a que en cualquier momento nos atragantemos mientras ingerimos alimentos sólidos o líquidos, situación que puede provocarnos asfixia repentina y hasta la muerte si no se actúa rápidamente.El atragantamiento o la obstrucción de las vías aéreas o respiratorias se produce debido a una aspiración brusca (risa, llanto, susto…), de la comida o un cuerpo extraño que en ese momentos se encuentra en la boca.

Este evento ocurre con cierta frecuencia en niños pequeños que suelen llevarse objetos a la boca, pero también sucede en adultos, principalmente cuando están bajo los efectos del alcohol. Cuando esto ocurre deben realizarse las maniobras necesarias en el mismo lugar del hecho para lograr la expulsión del cuerpo extraño a la mayor brevedad posible. No debe cometerse el error de trasladar al afectado a un centro médico distante, porque en estos casos el tiempo es oro.

No es necesario ser médico ni socorrista para auxiliar al afectado, según explica el doctor Carlos Guzmán, presidente de la Sociedad Dominicana de Anestesiología, ya que si no se actúa a tiempo, la persona puede padecer una hipoxia grave, dando lugar a la pérdida de la conciencia, paro respiratorio y hasta la muerte.

El especialista menciona el caso de un hombre que falleció en Santiago, en diciembre pasado, luego de consumir una carne de la que se le incrustó un hueso en la garganta, y no recibió el manejo adecuado en el lugar del hecho.

Explica que ante eventos como estos, primero se debe hacer un chequeo visual en la boca y la faringe para extraer cuerpo extraño con un dedo, si los hay.
Luego se realiza la maniobra de Heimlich, que consiste en aumentar la presión intratorácica mediante compresiones del abdomen o del tórax, para sacar el objeto asfixiante y desbloquear la entrada y salida de aire.

La técnica de Heimlich se desarrolla en tres pasos y su aplicación varía si se trata de niños menores de un año, embarazadas, personas obesas o si están conscientes o no. También se toma en cuenta si la obstrucción es completa o incompleta.

El primer paso es tomar a la persona afectada por detrás y por debajo de los brazos, inclinándolo hacia adelante. Luego, se coloca el puño cerrado en una distancia de 4 dedos por encima de su ombligo y el extremo inferior del esternón, en la línea media del abdomen, colocando la otra mano sobre el puño. A continuación se debe efectuar cinco compresiones abdominales centradas, hacia adentro y hacia arriba. De este modo se produce la tos artificial.

Hay que tener en cuenta que la maniobra de Heimlich no es apropiada para personas obesas, embarazadas y niños menores de un año. En unos casos por la ineficacia y otras por el riesgo de lesiones internas.

En embarazadas y obesos puede realizarse la maniobra de modo similar, pero comprimiendo sobre el tórax, a nivel del tercio inferior del esternón, por encima del apéndice xifoides, en la zona donde se realiza el masaje cardiaco. Debe repetirse hasta lograr la expulsión del cuerpo extraño o hasta la inconsciencia del paciente.

La desobstrucción en niños menores de un año debe realizarse de manera cuidadosa, ya que corren el riesgo de sufrir lesiones internas. Lo recomendable es que la persona que aplica las técnicas se siente y apoye el antebrazo que sostiene al infante sobre el muslo.

Luego, se coloca al bebé boca abajo, apoyado sobre un antebrazo. Se le sujeta firmemente por la mandíbula, y con los dedos pulgar e índice, se mantiene la cabeza ligeramente extendida, procurando que quede en posición más baja que el tronco. A continuación, se golpea rápido y moderadamente fuerte cinco veces con el talón de la otra mano en la zona interescapular. Si pierde el conocimiento, debe colocarlo en el suelo boca arriba y practicarle la reanimación cardiopulmonar, alternándola con cinco palmadas en la espalda y revisando periódicamente la boca.

Otras recomendaciones

El doctor Guzmán dice que si la persona está atragantada y tosiendo, no se debe interferirse, ya que las tos es un mecanismo de defensa que le ayudará a expulsar el objeto extraño. Tampoco debe golpearse al afectado en la espalda si éste tiene una postura recta, ya que el objeto puede deslizarse aún más y complicar la situación. La obstrucción completa se reconoce por la resistencia a la ventilación artificial y la ausencia de movimientos de ascenso o descenso del tórax a cada intento de ventilación, y en la completa la persona no puede hablar ni toser y en poco tiempo pierde el conocimiento. En el país no hay disponibilidad de estadísticas sobre casos de atragantamiento ni de la frecuencia con que las personas acuden a los centros de salud por esta causa. Se estima que en las ciudades desarrolladas 0.66% de cada cien mil habitantes se ven afectados por estos eventos.

Creando conciencia

Los médicos afiliados a la Sociedad Dominicana de Anestesiología realizaron recientemente una jornada con el propósito de instruir a la población para que actúe cuando un miembro de su familia o una persona particular se vea afectada por una obstrucción respiratoria. Los especialistas distribuyeron un brochure con los pasos a seguir en caso de emergencia, además mostraron con una muñeca cómo debe hacerse el procedimiento.

Esta actividad forma parte del programa que desarrolla la Sociedad de Anestesiología en el marco de la celebración de su XIII Congreso que será realizado a finales de mayo próximo.

Durante la jornada, el doctor Guzmán destacó el papel que juega el médico anestesiólogo más allá de la creencia de que solo duerme al paciente antes de una cirugía. Dijo que estos especialistas tienen la capacidad para cuidar al paciente luego de la operación, reanimarlo y volverlo a la vida en caso de cualquier contratiempo.

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