¡Quiero ser madre!

La mujer está diseñada para gestar”, expresa el gineco-obstetra Milciades Albert Fiorinelli, al hablar sobre  la finalidad y función del organismo femenino. Pero a pesar de que la estructura física de la mujer est&aa

La mujer está diseñada para gestar”, expresa el gineco-obstetra Milciades Albert Fiorinelli, al hablar sobre  la finalidad y función del organismo femenino. Pero a pesar de que la estructura física de la mujer está “fabricada” para concebir, alimentar, mantener y luego dar a luz una criatura, no todas llegan a lograr el objetivo.Ángela (25) y Mario (33) son una pareja de esposos jóvenes que desean ansiosamente tener un hijo. Han agotado casi todos los recursos, emocionales y  económicos (incluyendo su casa) para lograr ser padres, pero no han podido tras casi seis años de matrimonio. Según los estudios médicos a los que han sido sometidos para identificar el problema, Ángela presenta algunas patologías que le impiden embarazarse; mientras que Mario se encuentra entre el nivel inferior de los parámetros normales en el conteo de espermatozoides. Debido a estas circunstancias optaron por realizar una fertilización in vitro, en la cual el producto solo llegó a los cinco meses de gestación. Vivencias como la de Ángela y Mario, en la actualidad, son cada vez más comunes, explica Alberti Fiorinelli, quien apunta que “en años atrás en la República Dominicana los trastornos de infertilidad eran de alrededor de un 10%. Hoy en día este porcentaje ha aumentado entre un 15 y un 20%”.

¿A qué se debe este incremento? El experto detalla que existen varios factores para que esto suceda, pero que se pueden resumir en dos condiciones preponderantes para que una mujer no quede embarazada: “la primera se debe a la formación de miomas o fibromas. Esta causa representa un 40% de los casos. Y la segunda, se debe a la hiperplasia, siendo las religiosas o las mujeres que nunca han gestado las que suelen padecer de esta patología”.

Agrega que en las mujeres que no se embarazan, ya sea por decisión propia o por algún impedimento fisiológico también, tienen una alta incidencia en la patología mamaria, es decir, cáncer de seno.

Un ejemplo de esto son Patricia (35) y  David (46), otra pareja de esposos que presentan problemas para concebir. En este caso, Patricia se ha decido a formar una familia un poco más tarde de lo que recomiendan los especialistas para que una mujer sea madre (lo cual le complica la cosa). En el caso de David, este es su segundo matrimonio, y ya tiene dos hijos con su primer esposa. Luego de un tiempo intentando ser padres sin intervención médica y sin resultados, decidieron acudir a un experto para identificar el problema. Patricia presenta complicaciones con su sistema reproductor y se le ha identificado “bultos” (quistes) en los senos.

La postergación del embarazo

La mujer moderna está cada vez más dedicada a llevar una vida laboral y profesional activa, que le exige tiempo, entrega y competitividad. En la búsqueda de alcanzar posicionamiento en su carrera, posterga la formación de una familia (casarse y tener hijos).

Debido al llamado “reloj biológico” femenino, la mujer tiene las horas contadas para ser madre, para  que ninguno de los dos (madre e hijo) tenga complicaciones durante el tiempo de gestación y el parto.

“La edad ideal para que una mujer tenga sus hijos es entre los 25 a 35 años de edad, pues es la etapa en la que los ovarios y el útero se encuentran en la fase de maduración y hormonal correcta para ejecutar un embarazo sano”, dice Alberti Fiorinelli.

Especialistas en la conducta consideran que las mujeres del siglo XXI están más conscientes de la responsabilidad que conlleva tener un hijo. Educarlos, alimentarlos, vestirles y compartir tiempo de calidad con ellos es algo que 50 años atrás era más fácil, pues las madres se dedicaban única y exclusivamente a la crianza de los hijos y a trabajar en el hogar, mientras que el padre era quien proporcionaba el sustento necesario.

Ya no es así. La mujer del 2012 dedica su tiempo a estudiar, a trabajar y a cumplir sus metas personales y profesionales. Los años para hacerlo coinciden con el periodo de fertilidad idóneo para procrear, el cual suele ser aplazado por lo anteriormente mencionado o porque no cuentan con la pareja para hacerlo, problemas económicos o porque no se encuentran psicológicamente preparadas.

Las razones son múltiples y varían según la persona. Lo cierto es que los años pasan y con ello los riesgos de tener complicaciones para dejar descendientes aumentan; al igual que acrecenta el desarrollar algunas enfermedades.

Por ejemplo, “puede producir la infertilidad femenina el endocrino ovárico o la formación de ovarios poliquísticos, patologías que pueden ser diagnosticadas en mujeres a temprana edad, pero que al llegar a la edad cumbre para la reproducción (y no haberlo ejecutado) las posibilidades de desarrollarlo aumentan. ¿Por qué se presentan? Aún no se tiene una explicación médica-científica contundente por la cual se presentan, pero es común en mujeres que nunca han gestado”, dice Milciades Albert Fiorinelli.

Por otra parte, detalla otras posibles causas que pueden formar parte de la lista, como llevar una vida sexual irresponsable (tanto por parte de la mujer como del hombre), en la que los órganos reproductores se hayan visto expuestos a enfermedades venéreas.

José Miguel Gómez, presidente de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría, considera que la mujer debe vivir la etapa del embarazo, no solo porque es su función en la naturaleza, sino que en el ámbito personal y social, acatar esta responsabilidad le ayuda a tener un propósito en la vida.

Con relación a esto, Albert Fiorinelli,  secunda al experto en la conducta humana, expresa que “desde el punto de vista familiar y social, la mujer que logra tener un hijo madura y modifica su psicología”.

Apoyo mutuo

Cuando se desea ser madre (a toda costa), sin importar si tus problemas de fertilidad se deban a algunas patologías, es vital contar con el apoyo incondicional del compañero.

“Desde el noviazgo, la expectativa normal de una relación es darle continuidad a la vida. Cuando no se logra, esto puede derivar en conflictos individuales que pueden afectar la pareja, y se cuentan todos los aspectos (biológicos, psicológicos y social)”, expresa Gómez.

Por esto, se debe actuar en conjunto, entender que es una situación de ambos y que de no ser así pueden optar por la adopción. Aunque Gómez razona que, para tomar esta última opción, la pareja debe ser evaluada y tener la capacidad de amar, tener valor y saber discernir correctamente.

Aspectos que debes tomar en cuenta

Un llamado de atención para identificar a tiempo posibles problemas es que la mujer debe estar pendiente de que no tenga alteraciones en su ciclo menstrual (que pase más de 45 días sin verla menstruación) y la cantidad del sangrado; si cuenta con vello facial, acné, así como triglicéridos y colesterol alto, y la resistencia a la insulina o en su manifestación más florida, síndrome metabólico, ya que según explica Albert Fiorinelli, estos son  posibles indicadores de que algo puede estar andando mal.

Agrega que los padres deben estar pendientes durante el proceso de desarrollo de sus hijas, ya que en la mayoría de los casos, los problemas de fertilidad inician en la adolescencia, como por ejemplo, cuando la regla se presenta de manera irregular.

La anorexia, el sobrepeso, el exceso de estrógeno, fumar, malformaciones uterinas, diabetes, la menopausia prematura, obstrucción vaginal y estenosis cervical, entre otros, son algunos factores que pueden causar infertilidad en la mujer.

Frustración
Los deseos de ser madre y no lograrlo pueden crear sentimientos de frustración, impotencia y depresión.

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