Madrid. El nuevo presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, anunció la estructura y composición del gabinete con el que quiere sacar a España de su grave crisis económica.Como se esperaba, Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz parlamentaria del Partido Popular (PP) en la anterior legislatura y persona muy cercana a Rajoy, se convertirá hoy en la mujer fuerte del Ejecutivo, en el que acumula los cargos de vicepresidenta, ministra de la Presidencia y ministra Portavoz.
El ministro de Economía y Competitividad será Luis de Guindos, que con José María Aznar fue secretario de Estado de la cartera que ahora asume.
El hasta ahora alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, fiscal en excedencia, asumirá la cartera de Justicia.
Jorge Fernández Díaz, que con Aznar ocupó varias secretarías de Estado, será el ministro del Interior que gestione el final del terrorismo de ETA.
Al frente de Asuntos Exteriores y Cooperación estará José Manuel García Margallo, diputado del Parlamento Europeo desde 1994.
Rajoy ha decidido separar Economía de Hacienda y esta última cartera es para Cristóbal Montoro, que ya la ocupó con Aznar.
Frente a los 15 ministros con los que contó José Luis Rodríguez Zapatero en su última etapa en La Moncloa, Rajoy contará con 13, en una decisión de austeridad que se enmarca en la lucha contra el déficit público, que el propio jefe del Ejecutivo ha fijado como su prioridad.
España padece el mayor desempleo de la eurozona, superior al 22%, un enorme déficit presupuestario y una economía que no crece tras dos años de recesión, que comenzó en el 2009 con el estallido de la burbuja de la construcción.
España ha reducido ya sustancialmente su gasto público y adoptó algunas reformas bajo Rodríguez Zapatero.
Acto ante el rey Juan Carlos y la reina Sofía
Rajoy prestó juramento como nuevo presidente del gobierno antes de anunciar la composición de su gabinete, con el que espera sacar a España de la crisis económica y un enorme endeudamiento soberano. Juró ante el rey Juan Carlos y la reina Sofía en el Palacio de La Zarzuela, en las afueras de Madrid. Se dirigió luego al Palacio de La Moncloa.
