Santiago. El conflicto que enfrentan los buzos con la empresa recicladora Lavo Investment, que administra el Ecoparque de Rafey, comienza a afectar el manejo de ese basurero municipal.Desde junio del pasado año, los recicladores se quejan del trato que les da la empresa de capital italiano, debido a la disminución de los precios y pagos por los materiales plásticos.
El regidor Domingo Ureña del Partido Acción Liberal (PAL) aseguró que Lavo Investment opera de manera administrativa, sin contar con el aval del Concejo Edilicio.
En tal sentido dijo que las operaciones de dicha empresa son ilegales, debido a que el contrato inicial es de Green Wheels.
La asociación de recicladores del Eco parque de Rafey realizó, el pasado lunes, una manifestación en las calles de acceso al vertedero, donde impidieron la entrada y salida de los vehículos, incluido los camiones de limpieza de la ciudad.
Conflicto
Juan Rosario, presidente de dicha asociación, dijo que en octubre del pasado año, sin el consentimiento de los obreros, la empresa redujo el precio de los plásticos que se recolectan en el basurero de RD$9 a RD$7 el kilo y aunque se comprometieron a normalizarlo en enero, le pagaron el plástico a menor precio.
Según Rosario, a pesar de estos, los dirigente de la compañía, Lavo y Neney Cabrera, no dieron la cara y se justifican al decir que el plástico bajó de precio en el mercado internacional.
Ante la advertencia de nuevas protestas, se recordó que en una manifestación pasada, al menos cinco buzos resultaron heridos de balas y que están dispuestos a pasar por la misma situación, si se siguen vulnerando sus derechos. Ayer dieron un compás de espera hasta el próximo viernes para escuchar una propuesta de la alcaldía.
Empresa clasifica el 90% de los desechos
La compañía Lavo Investment ha confirmado que actualmente trabaja en el recilclaje de mil toneladas de basura diario, pero la meta es poder incrementar su labor hasta alcanzar las dos mil quinienta. La empresa se encarga de clasificar el 90 por ciento del material que luego es comprado por otras empresas para convertirlo en materia prima, principalmente los plásticos.
