Reconocimiento a los líderes franceses

Viendo las fotos de los dos candidatos que terciaron en las reñidas elecciones en Francia, observándolos juntos en la conmemoración…

Viendo las fotos de los dos candidatos que terciaron en las reñidas elecciones en Francia, observándolos juntos en la conmemoración de la fecha de terminación de la Segunda Guerra Mundial, me mueve a considerar la grandeza de ambos candidatos, que no es más que la grandeza ancestral del pueblo francés, el mismo pueblo que produjo un Cambronne de cuyos labios salió la expresión “la guardia imperial muere, pero no se rinde”, el mismo pueblo que produjo un Charles de Gaulle que entró caminando por la avenida de los Campos Elíseos ante el fuego de los francotiradores, no puedo menos que dentro de mi gran admiración, pedirles a nuestros candidatos que imiten ese ejemplo de unión en la celebración de una fecha patriótica para Francia, y que podamos presenciar algo semejante en nuestro país.

Me mueve, y como un homenaje al presidente Nicolás Zarkozy derrotado muy apretadamente en estas elecciones, copiar un extracto de su discurso del 25 de septiembre de 2008 en Toulón hablándole al pueblo francés de la gran crisis que en ese momento agobiaba el mundo, y que confío no vuelva a repetirse.

Toulón, por demás, es una ciudad donde obtuvo el primer gran triunfo el teniente Bonaparte, quien mediante un manejo magistral de sus cañones derrotó la escuadra inglesa, triunfo que sirvió para catapultar la asombrosa carrera militar del Gran Corso.

He aquí el extracto

“Una crisis de confianza sin precedente desestabiliza la economía mundial. Las grandes instituciones financieras están amenazadas, millones de pequeños ahorristas en el mundo que depositaron sus ahorros  en la bolsa ven cómo su patrimonio se descompone día tras día, millones de jubilados que han cotizado en  fondos de pensiones temen por su jubilación, millones de hogares modestos viven momentos difíciles por el alza de los precios.

Como en todo el mundo, los franceses temen por sus ahorros, por su empleo y por su poder  adquisitivo.

El miedo es sufrimiento.

El miedo impide emprender, el miedo impide implicarse.
Cuando se tiene miedo, no se tienen sueños; cuando se tiene miedo, uno no piensa en el futuro.

Hoy, el miedo es la principal amenaza para la economía.
Hay que vencer ese miedo. Es la labor más urgente. No se vencerá, no se restablecerá la confianza  con mentiras, sino diciendo la verdad.

Los franceses quieren la verdad y estoy convencido de que  están dispuestos a escucharla. Si  sienten que  se les esconde algo, la duda crecerá. Si están convencidos de que no se les  oculta nada,  hallarán en ellos mismos  la fuerza para superar la crisis. 

Decir la verdad a los Franceses es decirles que la crisis no ha terminado, que sus consecuencias serán  duraderas, que Francia está demasiado implicada  en la economía mundial como para pensar siquiera  un instante que pueda estar protegida contra los acontecimientos que, ni más ni menos, desequilibran el  mundo.

Decir la verdad a los Franceses es decirles que la crisis actual tendrá consecuencias en el  crecimiento, en el desempleo, en el poder adquisitivo durante los próximos meses.”

• La idea de que los mercados siempre tienen razón es descabellada.

• Durante varios decenios, se han creado las condiciones que sometían la industria a la lógica de la rentabilidad financiera a corto plazo.

• Se han ocultado los riesgos crecientes que había que correr para obtener rendimientos cada vez más exorbitantes.

• Se ha fingido creer que los riesgos desaparecían uniéndolos.

• Se ha financiado al especulador y no al emprendedor.

• No se han controlado las agencias de calificación y los fondos especulativos.
Mis queridos compatriotas, podemos salir reforzados de esta crisis. Podemos salir y podemos salir reforzados, si aceptamos cambiar nuestro modo de pensamiento y nuestros comportamientos.

Si hacemos  el esfuerzo necesario para adaptarnos a las nuevas realidades que se imponen a nosotros. Si actuamos, en  vez de padecer.

La crisis actual debe incitarnos a refundar el capitalismo en una ética del esfuerzo y del trabajo, a  encontrar de nuevo un equilibrio entre la libertad necesaria y la regla, entre la responsabilidad colectiva y la  responsabilidad individual.”

• La autorregulación para resolver todos los problemas, se ha acabado.
• El laissez-faire, se ha acabado.

• El mercado que siempre tiene razón, se ha acabado.

• Si queremos construir un sistema financiero viable, la moralización del capitalismo financiero es una  prioridad.

• Habrá que imponer a los bancos financiar el desarrollo económico y no la especulación.

• Habrá que controlar a las agencias de calificación que -insisto en ello- han presentado fallas. De ahora en adelante, ninguna institución financiera, ningún fondo deben poder escapar al control de una  autoridad de regulación”.

Homenaje de reconocimiento a la grandeza de los líderes del gran pueblo francés.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas