Dándole continuidad a la publicación de la semana pasada, a través de la cual decidimos no dejar en el tiempo lo que escribiéramos en cierta ocasión a propósito de la presentación de las obras del maestro Guillo Pérez en Zurich, Suiza. Pues el logro magistral de Pérez nos pone en presencia, no sólo del artista que ha alcanzado su madurez plástica (¿por qué me molestará tanto el inevitable término de plástica cuando interpreto el arte de Pérez, que va mucho más allá de lo que esa palabra denota?), sino del visionario y del intérprete e historiador visual de las tradiciones del pueblo dominicano.
El artista nos muestra lo que habría que ver, entender y descifrar fuera, dentro, por encima y al margen de los párrafos de su prosa, escritos con los colores vibrantes y enérgicos de su pintura caribeña. El gallo, para Pérez, trasciende su propio ser para metamorfosearse en sí mismo. Cambia de forma para adoptar otras que corresponderán, perdurablemente, a las visiones –a las iluminaciones- del maestro; investigador permanente de las raíces de la naturaleza de las que se nutre su arte. Guillo Pérez se adentra en el mundo de lo imaginario, de lo onírico: su dibujo es cada vez más expresivo, en su forma sui géneris de representar la realidad.
Por qué misterioso encadenamiento de confidencias mágicas, de revelaciones, de entendimientos secretos, habría de encontrarse en un artista caribeño –un dominicano- el más extraordinario exégeta gráfico de una obra emblemática y de alto valor estético. Según voluntad de su creador, debían arrojarse al lienzo, las interpretaciones más válidas del Caribe, espacio al que corresponde el pueblo dominicano. –Entonces, parece ser- el tiempo en que la gente de acá herede el patrimonio de allá y, por lo tanto, empiecen a contemplar e interpretar nuestra cultura en plano de universalidad. Me enorgullece presentarle al gran maestro del arte dominicano y latinoamericano Guillo Pérez, consustanciado en piezas de incomparable valor estético que en esta ocasión, llegan al público europeo a través de esta muestra “Mi nuevo renacer”.