El rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), doctor Iván Grullón Fernández, afirmó con muestras de pesar, que la muerte violenta del ex rector maestro Mateo Aquino Febrillet, fue producto del irracional ejercicio de la intolerancia o de la sevicia.
Grullón Fernández se expresó en esos términos cuando en compañía de los miembros del Consejo Universitario, profesores, estudiantes y empleados de la UASD, despedían los restos mortales del malogrado exrector y candidato a senador por la provincia de San Cristóbal, en un acto realizado en el Aula Magna de esa institución.
“Me ha dolido mucho su muerte, que fue una muerte desconcertante, prohijada por la virulencia política, una muerte a destiempo, provocada por la incomprensión y la irracionalidad”, enfatizó el máximo incumbente universitario.
Agregó que la familia universitaria además de compungida, se siente enervada e impotente por una tristeza profunda e intensa, que no parece tener límites lo que embarga el ánimo de todos los integrantes de esa familia universitaria, desde que supieron la noticia infausta; afirmando además, que los corazones de cada uno de ellos, se sienten agobiados, perturbados ante la sinrazón de la muerte de uno de sus integrantes.
El rector de la UASD, en su intervención, les manifestó a la familia de Aquino Febrillet, ser conocedor del momento de profundo dolor moral por el que pasaban, al tiempo que reconocía lo difícil de consolarse ante una pérdida tan terrible y tan dantesca, pero que el Todopoderoso podría asistirlos y darles paz, porque tienen la fortuna de que quien partió de este mundo era una persona buena, que dejó en ellos muy gratos recuerdos.
La primera guardia montada ante el féretro de Aquino Febrillet, estuvo encabezada por el rector Iván Grullón Fernández; los pasados rectores Porfirio García Fernández, Roberto Reyna, Franklin García Fermin, Julio Ravelo Astacio, Edilberto Cabral, Fernando Sánchez Martínez y la ministra de Educación Superior Ciencia y Tecnología, Ligia Amada Melo.
La lectura de la biografía del extinto servidor universitario fue leída por el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, maestro Ramón Desangles Flores, a la cual pertenecía el uasdiano ido a destiempo.
