Todos hablan del regreso de Phil Jackson a la NBA. Los Knicks de Nueva York harán oficial mañana la contratación del reputado técnico al que muchos conocen como el “Master Zen” o el “Maestro del Zen”.Este último término, según Wikipedia, es la pronunciación en japonés de la palabra china “chan”, que a su vez se deriva de la palabra sánscrita ‘dhiana’, que significa ‘meditación’.
Realmente siento que Jackson, ahora más que nunca, necesitará mucho tiempo a solas consigo mismo en su afán de llevar a cabo la empresa que todos esperan: hacer de los Knicks un equipo ganador.
Le espera un largo trabajo y no me parece que sea cosa fácil, pero si hay algo a su favor en el actual esquema, es que los Knicks tienen mucho dinero para gastar.
No hay dudas de que Jackson saldrá al mercado para comprar a un jugador sobre el cual pueda redondear su equipo, porque, en honor a la verdad, no estoy muy seguro de si quisiera quedarse con Carmelo Anthony, la estrella de la franquicia que se irá a la agencia libre al final de la temporada.
Es cierto que Carmelo ha dicho que quiere tantear el mercado y también es verdad que los Knicks son la única organización con capacidad financiera para darle a Carmelo la mayor cantidad de dinero, pero no me parece que Anthony sea el jugador que Jackson necesite para rearmar su grupo.
Todos sabemos la orientación de trabajo de Jackson, un técnico que consiguió once campeonatos con un tinte defensivo. Estoy seguro de que antes de hacer cualquier movimiento con jugador alguno, Jackson primero de abocará a resolver el tema con el dirigente y, a pesar de que le resta un año de contrato, los días en Nueva York parecen estar contados para Mike Woodson. El contrato de Jackson es por cinco años, así que necesita dar un golpe de efecto inmediato y al mismo tiempo debe aprovechar que su sola presencia en la Gran Manzana hará más atractiva a esa franquicia.
Jackson ha ganado dos veces como jugador (70 y 70) y otras once coronas como dirigente (seis con los Bulls y cinco con los Lakers), no creo que vaya a tirar eso por la borda así por así. Él viene a ganar.
