República Dominicana en el Sistema de la Integración Centroamericana (Sica)

Hace dos días se celebró en Roatán, Honduras, la XLVII Reunión de Jefes de Estado del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica) a la que el país ha asistido, representado al más alto nivel y con propuestas sumamente claras y objetivas.

Hace dos días se celebró en Roatán, Honduras, la XLVII Reunión de Jefes de Estado del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica) a la que el país ha asistido, representado al más alto nivel y con propuestas sumamente claras y objetivas.

República Dominicana es Estado Miembro Pleno de este esquema de integración desde septiembre del año 2013, luego de ser parte del mismo, primero como observador y luego como miembro asociado, por un importante espacio de tiempo.

Es el Sica quizás en el país, el sistema de integración más incomprendido por un buen porcentaje de la opinión pública, que muchas veces lo asocia de forma maliciosa, a conceptos que, por su similitud fonética con una palabra de las entrañas del vulgo, van más allá incluso del famoso virus transmitido por un mosquito y que resulta, por tanto, irrepetible en este escrito.

Como un aporte a la creación de una cultura mínima que entienda el valor de la integración, quisiera de forma breve explicar lo que significa y luego exponer a grandes rasgos algunos aportes de la República Dominicana a este proceso, que coordina el Ministerio de Relaciones Exteriores.

En primer lugar, el Sistema de la Integración Centroamericana tiene en sí mismo una importancia histórica para toda la región ístmica del continente americano. Esto así porque es el resultado del proceso evolutivo de la Organización de Estados Centroamericanos (Odeca) que fue, en su momento, la depositaria integral de los procesos de Contadora y Esquipulas, los cuales propiciaron la pacificación regional, democratización y fortalecimiento del Estado de derecho en países que, a finales de la década de los años setenta y de los ochenta, habían experimentado conflictos bélicos y sufrido los cambios más profundos de toda su historia política, social y económica.

Esto sin contar además, que, junto con la Unión Europea, es uno de los sistemas de integración más antiguos que aun con precariedades, ha logrado índices de avenencia de irrefutable importancias entre sus miembros para temas diversos como comercio, posiciones políticas y visibilidad como bloque regional.
En segundo lugar, República Dominicana ha dado muestras de que no ha ido al Sica a ser uno más, sino todo lo contrario, su presidencia Pro Tempore en el año 2014, por ejemplo, ha sido considerada como un ejercicio de responsabilidad histórica, en la que se introdujeron al sistema importantes elementos de discusión que han fortalecido la posición y visibilidad de Centroamérica y República Dominicana a nivel global.

Justamente, en esa línea programática del país en la que busca aportar a la integración de la región, el presidente Medina ha sido enfático al proponer que el ejercicio de la Presidencia Pro Tempore del Sistema debería extenderse a un año, cambiando el periodo de seis meses que está establecido actualmente.
Para esto se debe modificar el artículo 3 del Reglamento de la Presidencia Pro Tempore del Sistema de la Integración Centroamericana, lo que permitiría la adopción, implantación y seguimiento por un tiempo más prolongado de las ejecutorias de un país al frente del Sistema, algo que podría beneficiar al Sica en la que es quizás, junto con el peligro latente por conflictos fronterizos no resueltos del todo, la más crítica y real de sus dificultades actualmente: el bajo nivel de ejecución de los mandatos presidenciales emanados de las cumbres.
República Dominicana ha sido congruente en señalar al Sistema los retos que enfrenta. Entre estos retos la urgencia de su fortalecimiento institucional.

El canciller Navarro lo expuso de esta forma en Belice, a finales del 2014: “nos preocupa constatar los bemoles de una funcionalidad sustantiva, así como de un diseño estructural de nuestro Sistema de la Integración Centroamericana que, a contrapelo de lo que idealmente quisiéramos para la región, actúa, en el manejo y ejecución de algunos temas, de manera ciertamente desarticulada” y al día siguiente, en la reunión de Jefes de Estado, el Presidente Medina señalaba: “Estoy convencido de que al Sica no le faltan más declaraciones; más bien le faltan más acciones”.

Estas son muestras de que República Dominicana ve el proceso Centroamericano quizás como la experiencia de integración más importante que tiene lugar en países en vías de desarrollo, y en consonancia con su política exterior, que propugna por la multilateralidad sistémica y la integración regional como factores determinantes del desarrollo sostenible de toda la región, ha asumido con compromiso real y con preocupación legítima la causa común de fortalecerlo.

La cooperación en el Sica

Uno de los elementos que mayor incidencia tiene en la relación entre los Estados y en la generación misma de confianza entre sus instituciones, es la cooperación internacional, y, en este caso en particular, la cooperación regional.
Para los Estados Miembros del Sica, la utilización de la cooperación es asunto de forzosa prioridad toda vez que representa, en un elevadísimo porcentaje, la propia supervivencia del Sistema, debido a la insuficiencia material de los aportes financieros que realizan anualmente los países en forma de cuotas, lo que produce un déficit en la autofinanciación.

De ahí que el uso eficaz de la cooperación regional no es solo prioridad para el desarrollo de las instituciones nacionales de los Estados Miembros sino también es una necesidad cuyo análisis y planificación debe ser abordada siempre de forma sistemática, progresiva e ininterrumpida en el seno mismo del Sica de modo que pueda ser aprovechada de la mejor manera en el fortalecimiento institucional y en los retos que han sido señalados más arriba.

Para nuestro país, en lo particular, es importante la cooperación que recibe del Sica. Solo para ofrecer una aproximada visión acerca de los beneficios, debo señalar que desde el año 2010 al 2017 y principios del 2018, la República Dominicana habrá sido beneficiaria de la ejecución de proyectos regionales directos, desde las secretarías técnicas a las sectoriales nacionales y en la gestión de estructuras administrativas del propio sistema, por alrededor de US$14.5 millones de dólares, mientras que habrá pagado por concepto de membresía un monto de 2.4 millones de dólares.

A modo de ejemplo, por cada dólar que invierte un país en la integración, recibe un ahorro de 279 dólares tan solo en la compra conjunta de medicamentos, según ha dicho la Secretaria General del Sica, Dra. Victoria Marina Velásquez de Avilés.

En un sencillo ejercicio matemático, ser miembros del Sica, con todo y los viajes a las reuniones en Centroamérica, representa una ganancia para República Dominicana de varios millones de dólares que deben reflejarse en mejorías en las condiciones de vida de la gente.

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