Santiago. Las ocupaciones de solares en comunidades de la zona sur de Santiago, apoyadas por políticos y hasta autoridades, comienzan a extenderse hasta las urbanizaciones, cuyos propietarios ven como se desvalorizan sus viviendas.
En urbanizaciones como Doña Julia, donde el metro se vende hasta a tres mil pesos, media tarea puede ser conseguida entre diez y 15 mil pesos.
Casuchas de madera y zinc arropan ya todo el residencial ubicado entre el sector Pekín y La Ceibita. Mientras que los residentes en el proyecto de vivienda Villa María, enfrentan el mismo problema.
A pesar de que ya la demanda presentada por los adquirientes contra los invasores fue fallada en los tribunales y que el abogado del Estado ha autorizado el desalojo de los ocupantes, la sentencia no se ha ejecutado.
En la mañana de ayer se presentó un contingente policial para supuestamente iniciar el proceso de desalojo, pero los agentes se quedaron como si nada ocurriera. Además de las casuchas, otros invasores aprovechan para instalar negocios improvisados.
Para construir las casas son utilizados indocumentados haitianos. En los últimos días fueron levantadas otras 20 casuchas, según confirmó la abogada del Estado, Vielka Calderón.
Dijo que a pesar de tener tres sentencias a su favor y que ya hasta fue conocido por el Tribunal Superior de Tierras y la Suprema Corte de Justicia, no se ha podido ejecutar en más de cinco años el desalojo, debido a que no cuenta con la fuerza pública.
Calderón lamentó que en comunidades como Navarrete, donde se registran los mayores números de casos de invasiones de solares, los propietarios son hasta amenazados de muerte.
Reconoció que detrás de las invasiones hay personas de todo tipo que venden solares. El pasado martes, elCaribe publicó los problemas que confrontan los propietarios de tierra en Cienfuegos y Bella Vista, causados por las invasiones de sus solares.
