Rezar y comprometernos

La tragedia nacional a causa de estas lluvias imparables inclina a pensar que vivimos “los últimos días”. Nadie puede saber si es así o no, la hostilidad de la madre naturaleza es desde que nació el planeta. Lo que se impone considerar es…

La tragedia nacional a causa de estas lluvias imparables inclina a pensar que vivimos “los últimos días”. Nadie puede saber si es así o no, la hostilidad de la madre naturaleza es desde que nació el planeta. Lo que se impone considerar es que si ciertamente los fenómenos naturales se vuelven más despiadados, es en gran parte efecto de las actividades humanas. En ese sentido, más que limitarnos a lamentar, o pasivamente atribuirlo a la voluntad de Dios, vale reflexionar en cuanto a nuestro granito de arena para la preservación ambiental. ¿Qué puede hacer cada dominicano individualmente para apoyar la causa de la naturaleza? Tarea de todos. Con el cambio climático, a Dios rogando y con el mazo dando. 

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