La rica gastronomía de Semana Santa

Bacalao, guandules, habichuelas con dulce y pescado frito son algunos de los platos típicos que se disfrutan durante la Semana Mayor.

Bacalao, guandules, habichuelas con dulce y pescado frito son algunos de los platos típicos que se disfrutan durante la Semana Mayor.La Semana Santa, una celebración muy importante en el mundo cristiano, se festeja con procesiones y ritos en todos los rincones del país. Pero, sin duda, una de las tradiciones más exquisitas y que año tras año juega un papel muy importante, es la gastronomía que se degusta durante esta temporada, que incluye una gran diversidad de platos.

La celebración y la espiritualidad se combinan con el fervor popular de los que participan en estas actividades religiosas, pero las jornadas festivas también traen vacaciones y citas familiares, por eso, una buena mesa es fundamental en estos días.

La Cuaresma manda a abstenerse de comer carne todos los miércoles y viernes de este período, un deber cristiano conocido como “vigilia”, que muchas personas siguen y otras no. Esos días, las carnes, embutidos y fiambres se sustituyen por deliciosos guisos de pescado, guandules y verduras.

El bacalao, las habas, e incluso los huevos fritos, también son platos estrella del tradicional menú de Cuaresma, a los que les acompañan variadas hortalizas. A esa propuesta culinaria hay que unir otras apuestas, como los platos dulces.

Sabores salados

La Semana Santa católica tiene mucha similitud con la Pascua judía, sobre todo teniendo en cuenta que, a modo de penitencia, es obligatorio ayunar o guardar vigilia durante toda la Cuaresma, especialmente el Viernes Santo.

Aunque ya muchas familias no siguen tan estrictamente los dictados de las tradiciones religiosas, estas costumbres son una buena excusa para ofrecer a los tuyos recetas típicas, de sabor añejo y muy elaboradas, que cada vez son menos habituales en los hogares debido al ritmo de vida tan ajetreado que llevamos.

Al potaje y los platos elaborados con bacalao, se pueden incorporar otros menús con deliciosas alternativas como las lentejas, las habichuelas pintas, las papas guisadas o incluso la paella de marisco. Los buñuelos, las croquetas y las tortillitas de bacalao, también son típicos de estas fechas. Con las masas de harina se combinan con el inconfundible sabor del bacalao, que es el pescado más consumido en Semana Santa. En muchas mesas se incorporan otros tipos de pescados, desde los blancos, como la pescadilla, el mero y la merluza, hasta los azules como boquerones y sardinas. Las posibilidades son muchas: rebozado, a la marinera, a la criolla, frito, todo dependerá del gusto de cada persona.

Sabores dulces

La repostería es otro de los puntos fuertes de la Semana Santa. Tanto los postres caseros elaborados con leche, como los productos de bollería, cubren los manteles de todas las casas durante estas fechas. Las habichuelas y habas con dulce, y los buñuelos suponen tres de los platos más típicos. Su elaboración sencilla, junto con su delicioso sabor y el poco gasto que hacen al bolsillo lo han convertido en platos perfectos para estos días de austeridad.

Como ocurre con todas las fiestas celebradas en nuestro país, la gastronomía juega un papel fundamental. Generalmente tienen un origen religioso, pero los cambios históricos las han adaptado a la conciencia de cada uno quitándole casi todo el sentido inicial que poseían.

Lo importante es que son días de espiritualidad, de fiesta para compartir con amigos y familiares, disfrutar de las actividades cristianas que se realizan en todas las regiones de nuestro país y deleitar el paladar con los suculentos platos que marcan esta fecha. 

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