Ricardo Carty: “Todavía estoy nervioso con lo sucedido”

Un día después de pasar uno de los “sustos” más grande de su vida, el nerviosismo aún impera en el exjugador Ricardo –Rico- Carty.

Un día después de pasar uno de los “sustos” más grande de su vida, el nerviosismo aún impera en el exjugador Ricardo –Rico- Carty.Luego de que fuera objeto de un atraco, junto a su hermano, por parte de tres individuos en su natal San Pedro de Macorís la tarde del pasado martes, el inmortal del deporte dominicano le da gracias a “Dios y a la Virgen de la Altagracia” que pudo salir ileso y espera que la Policía Nacional pueda dar con el paradero de los asaltantes.

“Todavía estoy nervioso con lo sucedido”, expresó a elCaribe Carty en llamada telefónica. “Fue todo rápido. Nunca había visto algo así. Fue en un dos por tres que todo ocurrió”, agrega.

Carty relató que la tarde del pasado martes acompañó a su hermano Ruddy a realizar una transacción de dólares en una casa de cambio, ubicada en las inmediaciones del parque central de San Pedro de Macorís. Sostiene que al llegar a su casa, tres individuos, quienes se hicieron pasar por agentes de la DNCD, lo interceptaron a la entrada de la casa, quitándole un guillo y una cadena que portaba, así como el dinero que momentos antes había canjeado su hermano.

“Hay que tener mucho cuidado al momento de estar en la calle”, indicó el ganador del título de bateo de la Liga Nacional en 1970 con un promedio de .366. “Hay que andar mosca. Hay que abrir fuentes de trabajos para que la juventud no continúe haciendo fechorías porque de que está fuerte la cosa, está fuerte”.

Carty no descartó que los asaltantes pudieran tener algún vínculo con la casa de cambio donde realizaron la transacción. El coronel Santos Melo, encargado del departamento de investigación de la Policía Nacional de San Pedro, dijo en conversación telefónica con elCaribe, que los individuos, tras cometer el hecho, fueron perseguidos y que por las inmediaciones de la “Cueva de las Maravillas” dejaron el motor en el que se transportaban y se escondieron entre los cañaverales, sin dar con sus paraderos.

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