Jarabacoa.-Las algas están cubriendo los ríos Yaque del Norte, Jimenoa y Baiguate, atribuido a los focos de contaminación en sus cuencas, mientras en Constanza temen que con la depredación desaparezcan varias fuentes acuíferas.
El geólogo y ambientalista Osiris de León asegura que el problema obedece a la descarga directa de aguas cloacales residenciales por falta de alcantarillado sanitario y plantas de tratamiento.
La principal fuente de contaminación es el Arroyo Yerbabuena donde descargan todas las aguas residuales que van a parar al Yaque del Norte que alimenta la producción agrícola de la línea Noroeste y permite almacenar el agua de consumo humano para los habitantes de Santiago y Moca.
Jarabacoa, perteneciente a la provincia La Vega, cuenta con una población e que supera los 70 mil habitantes.
El comunicador Roberto Ureña, quien hace cinco años se crucificó durante dos días para demandar una planta de tratamiento e impedir el desvío del Yaque para construir una presa, lamenta que el gobierno sacara la obra del presupuesto.
“En el año 2013, colocaron en el presupuesto la construcción de la planta de tratamiento, pero de buenas a primeras y sin una explicación, al año siguiente la sacaron.
La preocupación sobre los daños ambientales a estos tres río es externada por el empresario Moshe Gil Genao, quien advierte que las algas que están cubriendo las aguas del balneario La Confluencia donde se unen el Jimenoa y el Yaque.
En el caso de Constanza, la depredación de sus lomas es la principal causa de desaparición de sus ríos.
El ex presidente de la Sociedad Ecológica del Cibao, Nelson Bautista considera que son tres los frentes que avanzan sin piedad y llevarán al extremo la situación de las aguas que se reciben desde las lomas de Constanza.
Una de estos frentes, es el desbordamiento de las fronteras agrícolas, mediante la búsqueda cada vez más lejos “lomas arriba” de suelos vírgenes, o con acceso a fuentes de agua, llevándose consigo bosques en zonas vitales para la sostenibilidad.
Igualmente, la sobre-explotación de los predios, sin detenerse a planificar las consecuencias de ese desenfreno e incluso la pertinencia misma del proceso y el saqueo de los recursos hídricos.
“No importa donde se encuentren, sea el lecho mismo del río, en los humedales o zonas de captación de agua: la sed por el líquido para reguío se extiende más allá de donde alcanza la vista”, indica Bautista.
El ambientalista entiende, que estas tres causas llevarán a los ríos de Constanza a la muerte súbita.
En las alturas de Constanza son el epicentro donde se captan más de la mitad de las aguas que sirven para la subsistencia humana y espina dorsal de la agricultura que abastece los principales centros poblacionales del país
