Santiago. Los ríos Moca y Licey, donde corrían abundantes y cristalinas aguas, han sido convertidos en cloacas debido al desprendimiento de materia fecal de granjas de cerdos.En todo su cauce desde la comunidad Boca de Licey en Tamboril hasta desembocar con el de Puñal, que a su vez confluye con el afluente de Moca, las aguas están totalmente contaminadas.
Y es que a pesar de las preocupaciones de ambientalistas, organizaciones populares y hasta religiosas para que el Ministerio de Medio Ambiente las intervenga, cada vez el caudal es menor.
En su paso por la comunidad de Licey al Medio, el río Licey se ve afectado por el desprendimiento de los excrementos de animales.
La mayoría de granjas de cerdos y pollo lanzan sus pestilencias, impidiendo que sus aguas puedan ser utilizadas para bañarse.
Voz de alarma
Grupos como el Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo), que dirige Víctor Bretón, recientemente mostraron la voz de alarma para impedir que el río pueda desaparecer.
“Nosotros llevamos años reclamando que intervengan el río, nadie nos ha hecho caso y como vamos, en pocos años no tendremos río”, refiere Santos Arias, residente en esa zona.
Aparte de las granjas instaladas, decena de casuchas de dominicanos y haitianos han sido levantadas con el paso del tiempo.
Con el caso del río Moca, el movimiento Los Peregrinos recuerda que el afluente que otrora era usado por amas casa para realizar actividades del hogar y para otros recrearse, hoy en día sus aguas están contaminadas.
“Es que la contaminación ha convertido el río en una cloaca que desprende enfermedades en la población infantil y adulta de estos sectores marginados”, refiere Juan Comprés de Los Peregrinos. Las autoridades del Medio Ambiente y entidades ecologistas no hacen nada por evitar la desaparición del río, al parecer, poco les importa esta realidad.
