¿Qué tienen en común Rita Indiana, Katy Perry, Nicki Minaj y Lady Gaga? Además de la frecuencia de tener micrófonos en sus manos, que anoche fueron “los temas top” de la comunidad “twittera” dominicana.
De las demás ni sabemos- ni nos interesa- el por qué lo fueron. Ahora, de Rita Indiana lo sabemos, lo bailamos, lo voceamos, lo sudamos y lo vivimos. “La Montra” regresó al país tras una ausencia notoria en los escenarios, en un concierto acústico, que empezó con dos horas de retraso de lo anunciado, no estuvo lleno a cabalidad como otros de sus conciertos; pero estuvo bien.
Al estilo del deportivo código de vestimenta de Fidel Castro, Rita se presentó en Hard Rock Café Santo Domingo con una “suera” verde, marca Adidas- la comparación con el dictador cubano es porque él no se apea una- y un pantalón blanco; mostrando unas libritas de más que le asientan bastante bien.
Antes de subir al escenario, promocionó su libro “Papi”, el cual también presentará este próximo sábado en la Feria del Libro, y se hizo fotos con algunos de sus seguidores. Ya a las 11: 24 sonaron los instrumentos de su banda, esta vez, no completa porque se trataba- según palabras de la misma artista- de “un concierto más intimo”.
Como ya se había anunciado, cantó sus temas “Jardinera”, “Dime a vel”, “El Blu del Pin Pon”, “Equeibol” y uno que otro de su más reciente sencillo “Dulces Sueños”. Mientras los cantaba, dejó ver que también “la bailaron cuando chiquita” y “tiró” unos cuantos pasitos de baile, demostrando que su influencia folklórica y de Gagá no solo están en su garganta.
Gente bailando, tarareando, gozando, pasándole libros en pleno concierto con la esperanza de que se los firmara- autografió dos- era la escena general… claro, por una hora exacta. La cantante hizo “recogida para foni 1” y a las 12:25, cuan Cenicienta desesperada, se fue.
¿Y no le gritaron “otra, otra, otra”? ¡Sí! Y hasta “Rita, Rita, Rita”; pero ella jamás volvió a salir a escena. Entiéndanlo: era para ella “La hora de volvé”… pero así mismo, solo una hora. Y además, el concierto se llamaba «El juidero acústico», por tanto, ella «juyó»…
