Rubén Blades, el poeta de la salsa que no deja de encantar

El escenario estaba correctamente preparado para lo que en realidad fue: Un concierto por todo lo alto con la presentación de Rubén Blades y una orquesta de doce músicos que no sólo dieron muestras de su calidad, sino que, además, impresionaron&#8230

El escenario estaba correctamente preparado para lo que en realidad fue: Un concierto por todo lo alto con la presentación de Rubén Blades y una orquesta de doce músicos que no sólo dieron muestras de su calidad, sino que, además, impresionaron al público con sus habilidades individuales.

Fue la presentación del cantautor Rubén Blades, quien luego de 12 años sin presentarse en el país, presentó un concierto de tres horas en un Palacio de los Deportes que, si bien sólo se llenó en poco más de un 60% de su capacidad, tenía un público entusiasmado que disfrutó la presentación minuto a minuto hasta el final.

“El Poeta de la Salsa”, como es definido este artista, subió a escena a las 9:50 de la noche, ovacionado por los fanáticos que previamente se habían entretenido durante 20 minutos con las ocurrencias del humorista Carlos Sánchez, quien sirvió de contraparte dominicana.

Luces y buena música a fuerza de trombón y timbal dieron espacio al primero de 22 temas interpretados por Blades: “Se ven las caras”.

El salsero, político y abogado, con su clásico traje negro, sombrero y lentes, recordó sus inicios con Rey Barreto y la banda de Willy Colón, deleitó con los temas “Decisiones”, “Vale más un guaguancó”, “Te andan buscando” y “Juan Pachanga”.

Cada tema era interpretado completo.  “El hombre está nítido, canta igualito”, comentó uno de los asistentes a un grupo de compañeros que le acompañaba.

Parejas experimentadas en el baile de salsa se paraban entre tema y tema, en lo que parecía un valor agregado del espectáculo, por lo bien sincronizados que danzaban; mientras que alrededor de la tarima cuatro pantallas gigantes mostraban imágenes alusivas a cada pieza interpretada.

Robén Blades no se detuvo a descansar, entre tema y tema hacía comentarios de las circunstancias en que fueron escritos y grabados.

“Generalmente escribo cuando algo me molesta”, dijo al recordar al Padre Oscar Arnulfo Romero, cuyo asesinato lo motivó a producir “El Padre Antonio y el monaguillo Andrés”. Pidió al Papa Francisco que haga justicia, honrando a Arnulfo Romero por sus aportes de bondad.

Fue notoria la buena organización a cargo del staff de Evenpro y Acego, empresas productoras del concierto, patrocinado por BanReservas, CCN y Tricom.

El público disfrutó los temas que tuvieron pegada en el país y muchos otros, que si bien no se conocían, fueron interpretados de forma magistral por Blades y la banda dirigida por el maestro Roberto Delgado.

Las dificultades acústicas que caracterizan al Palacio de los Deportes fueron superadas por el excelente sonido de la orquesta, con tres trombones, dos trompetas, tumbadora, teclado y piano, bongó y batería, timbales y bajo que en buena coordinación deleitaron al público presente, más cuando Blades hacía sonar sus peculiares maracas.

“Gracias por estar aquí”, exclamó el cantante panameño, de 65 años, en el recital que dejó notar muchos asientos vacíos.

No era extraño, pues a pesar de que Blades tiene muchos y fieles seguidores en el país, hay que tomar en cuenta que en la noche de su presentación, el sábado 14, estaba Raúl Diblassio en el Teatro Nacional, y Braulio junto a Fausto Rey en el hotel Barceló-Lina.

Eso sin contar que desde ese mismo día, una buena parte de seguidores de la salsa viajó a la zona Este para ver ayer domingo a Marc Anthony en el Hard Rock Hotel de Bávaro.

Aún así, la asistencia fue buena en el Palacio de los Deportes, aunque no para llenar el escenario, sí para dejarse sentir fuertemente aplausos, coros y ovaciones, especialmente cuando Rubén Blades se destapó con el tema “Amor y control”, sin dudas el que más gustó.

Dijo que el tema fue escrito en 1991 cuando su mamá sufría de cáncer y en un centro médico vio una escena que le inspiró. Se pegó 20 años después.

Sin retorno al escenario
Pocos artistas hacen conciertos con una extensión tan larga. Tres horas corridas de buena música y excelentes interpretaciones. Eso fue lo que hizo Rubén Blades la noche del sábado.

Pero el público no se agotó, aun cuando el maestro cantó temas desconocidos como “Patria”, “Todo vuelve” y “Ojos de perro azul”. Esos momentos fueron compensados después con “La Caina”, “Pedro Navaja”, “Paula C.” y el homenaje que rindió a su compañero de La Fania Wold Star, Héctor Lavoe, con la interpretación de “El Cantante”.

Lo de incompleto viene a cuento porque aún después de tres horas, el “Compositor intelectual”, como también le llaman a Blades, bajó del escenario a las 12:50 minutos, dejando al público esperando temas como “Ligia Elena”, “Juan albañil”, y el más exigido, sin éxito por parte de los presentes, “Tiburón, ¿qué buscas en la orilla?”, que es tal vez la pieza más conocida de Blades en República Dominicana.

Fue un largo y bien presentado concierto, que finalizó con un magistral instrumental de la banda, pero sin el retorno a escena de Blades ante el pedido del “Tiburón”, que nunca fue cantado. l

Los temas que interpretó “El Poeta de la Salsa”

1. Se ven las caras.
2. Decisiones.
3. Las calles.
4. Te andan buscando.
5. vale más un guaguancó.
6. Buscando Guayaba.
7. Juan Pachanga.
8. Plantación adentro.
9. Amor y control (la más aplaudida).
10. El padre Antonio y el monaguillo Andrés.
11. La Caina.
12. Todo vuelve.
13. El cantante (muy aplaudida, honor a Héctor Lavoe).
14. Paula C.
15. Yo puedo vivir del amor.
16. Camaleón.
17. Ojos de perro azul.
18. La palabra adiós.
19. Maestra vida.
20. Pedro Navaja.
21. Patria.
22. Muévete.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas