Los superiores de las obras jesuitas y la red fronteriza Jano Siksé propusieron ante la crisis de los pollos, huevos y embutidos, la necesidad de priorizar acuerdos perdurables en áreas como el comercio.Reconocen que el conflicto revela la debilidad del Estado haitiano y su secuestro por grupos económicos privados. “Indudablemente, la medida haitiana está dada en un contexto reactivo frente a políticas hostiles en los terrenos migratorios y de nacionalidad. Sin embargo, aquí habría que anotar siempre que Haití ha sido absolutamente negligente en el tema y las principales iniciativas han venido del lado dominicano”, apunta.
El sacerdote Regino Martínez recuerda que hace apenas dos meses en reunión celebrada en la Casa Senatorial de Dajabón, entre las autoridades y sociedad civil, presentaron una propuesta de los superiores de las obras jesuitas y la red fronteriza Jano Siksé en Dajabón para una mejor gestión en la frontera de solución en las relaciones fronterizas que, fueron el preludio a la gran crisis avícola y cárnica de estos momentos. Advierte que es necesario controlar el tránsito alrededor del mercado y proponen que las patanas sean prohibidas en días de mercado, para evitar los accidentes que ya han provocado varias heridas e incluso muertes.
Plantea que el mercado sea peatonal, sin motores, y con una ruta específica para el paso de las carretillas.
El sacerdote propone enfrentar además el tráfico y trata en las migraciones, por parte de sectores civiles y militares-policiales, la vagancia infantil, la prostitución de menores y el mal trato administrativo y de la seguridad oficial que se les da a quienes están legalizados; es decir, al pasar por una de las aduanas fronterizas o puestos de chequeos de los militares.
Confirma que aún la frontera binacional dispone de 14 espacios acondicionados o no para el intercambio comercial mal llamados mercados, el de Dajabón-Wanament que, mueve alrededor de 400 millones de pesos mensuales, casi 100 millones semanales y, el de Jimaní-Malpasse, con un volumen millonario total muy por encima de los 1,320 millones de dólares anuales en comercio formal y una cantidad indeterminada de dinero en los mercados informales.
Fortalecer mecanismos
Ante la situación generada por la prohibición de la entrada de huevos y pollos procedentes de la República Dominicana al territorio haitiano, el Centro Bonó llama a aprovechar esta coyuntura para fortalecer los mecanismos institucionales que mejoren las relaciones binacionales.
El centro entiende que lo que lo sucedido en estos 14 días evidencia la inoperancia de la Comisión Mixta Bilateral, la fragilidad de los mecanismos diplomáticos, la ausencia de acuerdos comerciales y la falta de reglas y políticas claras que regulen las relaciones entre ambos países.
De igual forma, muestra su preocupación por el incremento de actitudes xenofóbicas y de amenazas de expulsiones masivas.
Cree que se está creando un clima que propicia la violación de los derechos humanos de la población migrante haitiana como consecuencia de interpretaciones mal fundamentadas sobre la actual coyuntura. Entiende que los desacuerdos comerciales entre ambos países no deben influir en las relaciones de convivencia entre los pueblos, por lo que saluda la posición del Gobierno dominicano que ha llamado a la población a cuidar las emotividades.
Centro Bonó resalta importancia de comercio
El Centro Bonó señaló la importancia del intercambio comercial entre ambos países que se estima en US$1,500 millones al año, según los datos ofrecidos por el Gobierno.
Destacó que la exportación de huevos y pollos representa alrededor de un 5% de dicho intercambio, siendo menos significativa que las exportaciones de harina de trigo, varillas de acero, cemento gris, aceite de soya, galletas, cajas de cartón corrugado, barras de hierro o acero forjadas, fundas plásticas, fertilizante y detergente en polvo. Por estas razones, el Bonó se suma a la preocupación de organizaciones y personalidades que han cuestionado el posicionamiento de diferentes actores que parecen estar aprovechando la situación para manipular el discurso que incita a la violencia contra personas haitianas, vinculando indebidamente un tema comercial con el fenómeno migratorio.
Propuso que se realice un acuerdo formal con el Gobierno haitiano en materia comercial, junto a otras medidas como la modernización de los puertos fronterizos, la institucionalización eficiente de estos puertos y la clarificación de los canales de comunicación diplomática.
