¡Sal airoso!

No aceptes mayores confusiones en medio de tus procesos, todo pasa, pero tú, pasa la prueba airoso. Calla a los fósiles que quieren salir de sus tumbas, quieren buscan espacio en tu vida para hacer lo que no pudieron hacer con la suya. Pasa airoso el desierto y dile al enemigo quién manda, que la tentación no te gobierna.  Cuando puedas desarrollar la destreza de mantenerte firme en el terreno de la adversidad, entonces en cualquier lugar permanecerás erguido. Enfócate en las lecciones del Espíritu Santo, así superarás con creces las artimañas del ángel caído. El roce de las ardientes arenas lijan nuestras emociones y perspectivas. Aquel Moisés entró como príncipe y salió como patriarca, Jesús entró como un carpintero y salió como el Cristo.