Santa Bárbara de Samaná acaba de celebrar sus 255 años de fundación. Diversos actos culturales y presentaciones artísticas marcaron una conmemoración que se extendió desde el 16 al 21 de este mes, en el malecón.
El Jeffrey, quien cerró por todo lo alto la festividad el pasado domingo, Pochy Familia y su Coco Band, Milka “La más dura”, el Gringo de la Bachata, Krisspy y una presentación de la Ruta Telemicro con su cartelera de comedias, orquestas, solistas y fuegos artificiales se conjugaron para el éxito de un modesto montaje que preparó la Alcaldía que dirige Miguel Bezi, con el patrocinio de la Cervecería Nacional Dominicana y Ron Brugal, entre otras empresas.
Merengue, ritmos urbanos, bachata y la música típica, una cartelera que por estos lados es acogida con más algarabía, más entusiasmo, porque no todos los días el pueblo puede disfrutar de presentaciones como estas totalmente gratis y con estrellas de la música popular.
Pero esta celebración mostró más que música, mostró las necesidades de un pueblo que urge por una importante disposición para convertirse en un lugar de referencia en el ámbito cultural y turístico, renglones que carecen del apoyo necesario para su desarrollo.
Esta ciudad, la cuna de Théodore Chassériau (Samaná, 20 de septiembre de 1819 – París, 8 de octubre de 1856) reconocido por sus retratos, pintura de historia y religiosa, murales alegóricos e imágenes orientales que descansan en el museo de Luvre, está detenida en el tiempo frente al descuido de las autoridades de Cultura.
No hay una biblioteca, es inexistente un teatro, tampoco una sala de cine, de pintura, de baile, en general no hay un programa de desarrollo cultural en pleno siglo XXI en Santa Bárbara de Samaná, que ve a sus jóvenes convertirse en padres de familia a temprana edad.
“El Gobierno local no tiene ayuda, el Ministerio de Medio Ambiente es el único que nos da una pequeña partida, pero no es suficiente, lo que recibimos los ayuntamientos por Ley (unos cuatro millones) no nos da para nada, no podemos con esto impulsar el desarrollo social, cultural y turístico de esta zona”, afirma el alcalde municipal Miguel Bezi.
En esta ciudad se está perdiendo un gran patrimonio cultural único. Samaná es más que 50 días de show de ballenas jorobadas, sin mencionar el gran atractivo turístico que está descuidado, y que no ha visto su gran desarrollo por los intereses en conflicto.
Hijo distinguido de la ciudad
El alcalde Miguel Bezi le entregó al empresario artístico Luis Medrano una placa de reconocimiento “por sus valiosos aportes a la difusión del arte y la música y apoyar el aniversario de Samaná”.
Durante un encuentro en su despacho en la alcaldía, Bezi agradeció el apoyo que recibió, durante la conmemoración del 255 aniversario, de la Cervecería Nacional Dominicana, Ron Brugal, Coca Cola, la Cámara de Diputados y el Senado.
Una ciudad que espera
Sus casas victorianas y sus iglesias hablan por sí solas de la historia de esta paradisíaca ciudad que por disposición del gobernador español Francisco Rubio y Peñaranda fue fundada como Santa Bárbara de Samaná en 1756, ciudad que clama por la ayuda del sector cultura y turístico.
“Solo con un poco de ayuda, Samaná podría convertirse en un lugar envidiable en esta región del caribe”, dijo.
