Miguel Ángel Sanó dice no aceptará ser movido más de posición

Miguel Ángel Sanó está complacido consigo mismo por el progreso exhibido en la transición del cuadro interior a los jardines.

Miguel Ángel Sanó está complacido consigo mismo por el progreso exhibido en la transición del cuadro interior a los jardines.Un mandato de los Mellizos de Minnesota, su organización en las Grandes Ligas, ha mostrado lo trabajador, serio y disciplinado que es Sanó, un jovencito que en mayo cumplirá 23 años.

El nativo de San Pedro de Macorís cuenta con un garrote de Grandes Ligas, y los Mellizos entendieron que había que mantenerlo en el equipo grande, a pesar de que no había cupo en el infield.

La solución fue enviar a Sanó al jardín derecho, algo totalmente nuevo para él. Miguel Ángel se siente muy cómodo jugando en los jardines y espera tener muy buenos resultados en la temporada que arranca este domingo, así que si eso sucede no se imagina de regreso al infield. “Si me acoplo al 100 por ciento en el outfield va a ser difícil que me muevan de ahí”, reveló Sanó durante una entrevista en el programa radial Mañana Deportiva de CDN La Radio. “Porque yo mismo le voy a decir a ellos que no, porque no voy a estar como un perrito faldero, como dicen, ¡‘muévete para aquí, muévete para allá’! Uno tiene que aprender a poner rayas también”, declaró Sanó.

Profesores de lujo

El joven jardinero ha trabajado incesantemente para adaptarse a su número en rol de patrullero. De hecho, tuvo que parar su participación con las Estrellas Orientales en la pelota invernal dominicana. Pero él no ha estado solo. Profesores ha tenido de sobra en esta transición. Hasta cierto punto, se puede decir que cuenta con los mejores instructores que un jardinero pueda tener.
“Me estuvo ayudando Torii Hunter, Paul Molitor, Tom Kelly y varios peloteros famosos que pasaron por Grandes Ligas como Tony Oliva y Rod Carew”, afirmó el dominicano. “Gracias a Dios ellos me han estado ayudando en la transición al outfield”.

Sanó, incluso, ya puede establecer diferencia entre cubrir el cuadro interior y los jardines. Según él, el patrullero tiene más tiempo para pensar y hacer ajustes dentro de una jugada, algo que no pasa cuando se cubre alguna posición del infield. Sanó tuvo 18 cuadrangulares y 52 carreras impulsadas en 80 encuentros durante la pasada temporada con los Mellizos. Sin embargo, él no quiere apresurarse en proyectar lo que puede hacer, ahora que tiene la oportunidad de jugar desde el primer día de la contienda.

“No quiero pensar en eso. Voy a hacer lo mismo que hacía en Ligas Menores, voy a jugar mi juego y a disfrutarlo. Es un juego y un juego se disfruta. Es como una buena comida”, apuntó. “Estoy feliz porque me confirmaron que era el tercer bate y el jardinero derecho del equipo. Es algo increíble porque apenas es mi segundo año en Grandes Ligas”, agregó.

Sobre las Estrellas, dijo que espera recibir el permiso de su organización para poder jugar en la próxima campaña invernal. Sanó sacó tiempo para agradecer la ayuda y los comentarios recibidos de David Ortiz. Según él, el Big Papi siempre se ha preocupado por ayudar a los peloteros jóvenes, sin importar la nacionalidad. Lamentó que Ortiz piense retirarse al final de la temporada de 2017. 

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