El merengue con sabor navideño perdió el pasado viernes al saxofonista Félix del Rosario, sepultado ayer bajo el manto de la tristeza que trae consigo la muerte.Pero los artistas no mueren, y mucho menos el creador de Los Magos del Ritmo, orquesta que salió al ruedo el 2 de julio de 1964 con la que el aventajado músico ganó popularidad. Desde hace varios años, estuvo recluido en su hogar, y en diciembre del 2007 asistió a “La magia de un maestro”, el espectáculo que la Asociación de Cronistas de Arte, presidida por Marivell Contreras, realizó en el Teatro Nacional Eduardo Brito. La noche del viernes, luego que su esposa Nelly Labrado lo llevara a la Plaza de la Salud debido a un fuerte dolor, sufrió un infarto que le quitó la vida. Sus restos fueron sepultados en el cementerio Puerta del Cielo.
La carrera de Félix del Rosario, que nació en San Francisco de Macorís el 12 de julio de 1934, aunque grabó canciones en mangulina (“El che blanco”), boogaloo (“Viene del congo”), jazz tropical, guaguancó (“Alegría”), boleros (“No necesito de ti”), salve (“La subidora”), estuvo marcada por el merengue, y entre ese estilo, rindió tributo a la Navidad, época que registra muchos de sus clásicos más importantes. Entre el sello Mozart y Borinquen (de Puerto Rico) se reparten la mayoría de sus grabaciones en long play. “Llegó la Navidad”, “Si no me dan de beber”, “Alegre vengo”, “En los tiempos de papá” y “Cascabel” son solo algunos de sus hits alegóricos a Navidad.
Un músico reconocido
En vida, el talentoso saxofonista recibió reconocimientos importantes, logrando quizás el más trascendente en el 1996, cuando Acroarte le entregó un Casandra Especial por su trayectoria. En esta premiación acumuló, sin ganar nunca el premio, cuatro nominaciones: Agrupación musical (1985), Arreglista del año y Agrupación musical popular (1986) y Orquesta del año (1987). En el marco de su programa cultural, el BanReservas lo declaró Reserva Musical Nacional en el 2005, y el Gobierno lo reconoció con la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, en 1995. El locrio (1966), Parrandas navideñas (1968), Magia instrumental (1969), Fiebre de merengues con amor (1980), El tren de la Navidad (1988), son algunos de los álbumes de este gran merenguero que partió físicamente, a sus 78 años, pero que vivirá en el recuerdo de muchos por su música en la eternidad.
