En la distancia hemos venido siguiendo el trabajo de Scherezade García, quien a pesar de ser una artista de la diáspora, conserva una producción visual que muestra un gran contacto con sus raíces. Lo onírico parece poblar cada una de las piezas exaltando la mirada de esos seres angelicales que parecen ir de un lado a otro en la composición.
Es una pena que la muestra intitulada: “Súper Trópico” sólo estuviera abierta al público hasta hace unos días, pues bien hubiera valido la pena que permaneciera todo el mes de octubre. Sin embargo, hay una agenda que cumplir por parte de la galería y se comprende. Y, dado que el valor de las obras expuestas nos merece especial interés y respecto, aunque tarde, hemos querido dedicarle esta nota, pues bien lo merecen tanto la artista como sus creaciones.
Es así que al adentrarnos un poco más a los aspectos formales de las pinturas y dibujos que integraron la exposición, cabe destacar que en las mismas las tonalidades azules acaparan la mirada en unas transparencias fascinantes que avivan las siluetas por medio del volumen. Es ese azul cristalino que recrea nuestro mar Caribe, su esencia y vigorosidad.
No obstante, en lo que concierne al trasfondo, aunque se percibe un mundo de fantasía, la artista parece preocupada por la suerte de los niños en el mundo, pero de manera particular de aquellos que se ven en la necesidad de dejar su lar nativo en búsqueda de mejor suerte.
En palabras de la propia artista en esta entrega se deja “seducir una vez más por el mar que nos rodea (…) y cuyo ‘va y ven’ es el mapa de historias sobre libertad y esclavitud. (…) La nueva raza que por consiguiente crea una estética nueva con nuevos parámetros y reglas apropiando y transformando valores”. De modo que “Súper Trópico” –la guía- a pintar de nuevo y se vuelve una nota de amor hacia –su- mundo flotante y de coloridos extremos.
