El seguro de vida individual huye del mercado RD

 La figura del seguro de vida individual está desapareciendo del mercado dominicano, y con su extinción se lleva más de mil empleos directos y divisas por entre 125 y 150 millones de dólares, “mal contados”, que cada año salen a contratar…

 La figura del seguro de vida individual está desapareciendo del mercado dominicano, y con su extinción se lleva más de mil empleos directos y divisas por entre 125 y 150 millones de dólares, “mal contados”, que cada año salen a contratar ese servicio en el exterior.

La razón del escape: los impuestos. La República Dominicana tiene la más elevada tasa impositiva de los dos únicos países de la región que gravan el seguro de vida individual.

La persecución impositiva hacia el ramo de vida individual inició en el año 1992, con la aprobación del Código Tributario creado por la ley 11-92, que estableció entonces un impuesto selectivo de un 10% sobre las primas de seguro. Con esa iniciativa, el negocio local de seguro de vida inició un éxodo progresivo, hasta desaparecer casi totalmente del mercado.

Evolución
Cuando inició la carrera impositiva, a principios de la década de los 90, para el ramo Vida Individual se suscribían primas anuales por el equivalente a unos 10 millones de dólares. Actualmente, la tasa que grava el seguro es de 16%.

De ser uno de los ramos del seguro con mayor volumen de negocios, Vida Individual se ha convertido en la cenicienta del mercado. Cuando inició la decadencia, atribuida por el licenciado Miguel Villamán, presidente ejecutivo de la Cámara Dominicana de Aseguradores y Reaseguradores (Cadoar) al impacto de los impuestos, en el país se suscribían primas de vida individual por unos 20 millones de dólares anuales. Ahora, el valor equivalente es de unos 2.5 millones de dólares.

Pero el mercado sigue demandando seguro de vida individual. Villamán estima entre 125 y 150 millones de dólares anuales, “mal contados”, el monto de las primas que se suscriben desde aquí con aseguradoras del exterior de esa modalidad de seguro.

El atractivo que origina la “fuga” del seguro de vida es que en la región, con excepción de Panamá, donde se aplica un impuesto al valor agregado de un 6%, el ramo vida individual está exento de impuestos.

Aunque como negocio local el seguro de vida individual ha quedado rezagado como oferta de las aseguradoras locales, las personas siguen asegurándose, pero ahora con la preferencia de suscribir sus pólizas con aseguradoras internacionales que tienen intermediarios con licencias que tienen en el país.

Existe promoción por la radio, ofertando seguros de vida con empresas  aseguradoras del exterior. “Solo faltan cartelones”, comentó el presidente ejecutivo de la Cadoar.

El pequeño porcentaje del negocio que se realiza localmente corresponde a contratos viejos, que se renuevan cada año, y a las pólizas amarradas a créditos hipotecarios de largo plazo que contratan personas, a quienes las instituciones financieras les exigen un seguro de vida.

El ejército de vendedores de seguro de vida que existía dos o tres décadas atrás es cosa del pasado. Incluso, una sentencia de la Suprema Corte de Justicia, dada en el caso del cierre de la aseguradora Sena y que reconoció derechos laborales para los agentes de seguros, aceleró la desaparición de esa figura, porque  las aseguradoras buscaron sus vínculos con corredores, que son independientes en términos de operaciones.

Efecto adverso
El éxodo del seguro de vida por causas impositivas ha afectado las recaudaciones fiscales, porque al no venderse ese servicio en el país, no se genera la actividad gravable.

También se ha afectado la cadena de negocios que rodea ese servicio y que creaba el escenario para otras áreas impositivas, como el Impuesto sobre la Renta a las personas que se dedicaban, como agentes o empleados de los departamentos de Vida Individual de las aseguradoras, a ese ramo del seguro.

El presidente ejecutivo de la Cadoar considera que es necesario que se despenalice el seguro de vida individual y que la imposición al seguro en general sea revisada.

Otras áreas del seguro
de vida se expanden

Mientras el seguro de vida individual se extingue como producto de oferta local, otros ramos de vida, pero con modalidad de oferta colectiva, se expanden en el mercado, algunas como mandato de la Ley de la Seguridad Social. Tal es el caso del Seguro de Discapacidad y Sobrevivencia, que constituye las primas que pagan los afiliados a la Seguridad Social, cuya base de cálculo es un múltiplo de los salarios promedios.

También, dentro de los seguros colectivos están los seguros para los préstamos hipotecarios, que son contratados por las instituciones financieras para garantizar los créditos en caso de muerte de los deudores, y los seguros colectivos empresariales, que son pólizas que contratan algunas empresas en adición a los beneficios de la Seguridad Social o por Pacto Sindical.

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