El Senado reconoció al doctor Marino Vinicio Castillo Rodríguez (Vincho) por sus aportes al combate contra el narcotráfico, la corrupción y el crimen organizado. La resolución, propuesta por el senador de Barahona, Eddy Mateo Vásquez, además resalta el trabajo de Vincho por su defensa de “los mejores intereses de la nación”.
El presidente de la cámara alta, Reinaldo Pared Pérez, encabezó el acto, y aseguró que la vida del jurista se parece al pensamiento del profesor Juan Bosch, cuando decía que “a la Patria no se le usa, se le sirve”.
“Si de hablar de combatir la corrupción se trata, Vincho Castillo también ha estado en primera línea, en primera fila, en primer lugar. Si de combatir todos los males que él entiende arrastran consigo ciertos sectores de nuestra sociedad, también hemos tenido a Vincho como primer soldado luchando en beneficio de esta patria que tanto queremos y que se llama República Dominicana”, declaró Pared Pérez luego de entregar el pergamino aprobado por el pleno del hemiciclo.
Para recibir la distinción, Castillo Rodríguez se hizo acompañar de su esposa Sogela Semán, de sus hijos Pelegrín, Vinicio, Juárez y Sogela, y de varios nietos.
El procurador general de la República, Radhamés Jiménez Peña, el presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), Rolando Rosado Mateo, y un amplio grupo de legisladores y funcionarios se unieron al reconocimiento del abogado penalista y asesor del Poder Ejecutivo en materia de narcotráfico.
“ Sólo les aseguro que ha sido tan espontáneo el gesto, y tan generosa la iniciativa que en mi familia perdurará para siempre un sentimiento profundo e inagotable de gratitud”, expresó el también presidente de la Fuerza Nacional Progresista (FNP).
Advierte sobre delincuentes y poder
Después de recibir el reconocimiento, Castillo Rodríguez (Vincho) aprovechó el escenario para advertir sobre las nuevas modalidades de acción de las grandes mafias globales, y sobre su presencia en el territorio nacional. Vincho consideró que la teoría marxista que coloca al crimen como un fruto de la marginalidad social se equivoca al dejar a un lado delincuentes del poder.