Sensatez en tiempos de crisis

El pasado jueves el Gobierno presentó el Proyecto de Reforma Fiscal Integral. Reveló que este año el déficit fiscal terminará…

El pasado jueves el Gobierno presentó el Proyecto de Reforma Fiscal Integral. Reveló que este año el déficit fiscal terminará en 6.8% del PIB. Cuando se agregan los déficit del resto del sector público no financiero y el cuasi-fiscal del Banco Central, el déficit del sector público consolidado terminaría en 8.2%, prácticamente similar al registrado en el 2003 (8.5%) como consecuencia del rescate masivo de depositantes inducido por la más grave crisis bancaria de nuestra historia..

Para enfrentar este enorme déficit público el Gobierno, aunque no lo ha publicitado lo suficiente, ejecutará un fuerte recorte en el gasto público. Recortará el gasto en inversión pública de RD$138,902 millones en el 2012 a RD$99,648 millones en el 2013, para una reducción de RD$39,254 millones.

Reducirá en el gasto en compra de bienes y servicios (exceptuando educación pre-universitaria) de RD$25,945 millones en el 2012 a RD$22,486 millones en el 2013, para un recorte de RD$3,459 millones.

Reducirá en RD$959 millones las transferencias a los Poderes del Estado y congelará las de los Ayuntamientos, Organismos Especiales, Instituciones Autónomas y Descentralizadas al nivel del año 2012. Disminuirá las transferencias a la CDEEE de RD$48,387 millones en el 2012 a RD$43,554 millones en el 2013, para una reducción de RD$5,167 millones. A estos recortes debe agregarse la reducción en el gasto corriente por RD$3,850 millones al año que generarán las medidas adoptadas en el Decreto 499-12 del 22 de agosto del 2012 sobre Racionalización del Gasto.

En total, una reducción en el gasto de RD$52,689 millones (2.3% del PIB del 2012). Independientemente de que hay algunas áreas donde podrían ejecutarse ahorros adicionales (por ejemplo, Relaciones Exteriores), el recorte anunciado es significativo.

El problema que tiene el Gobierno es que así como algunos gastos están siendo reducidos, otros van a subir de manera considerable. En el ámbito de la educación pre-universitaria, para cumplir con la exigencia de la sociedad dominicana del 4% para la Educación, el Gobierno incluirá en el Presupuesto del 2013 un aumento de RD$40,138 millones, al pasar de RD$59,510 millones en el 2012 a RD$99,648 millones en el 2013.

A lo anterior tenemos que agregar también que los gastos de intereses en el 2013 ascenderán a RD$74,375 millones, contra RD$57,462 millones en el 2012, para un aumento de RD$16,913 millones.

Sólo por estos dos conceptos, Educación e Intereses, los aumentos en el gasto alcanzan RD$57,051 millones (2.5% del PIB del 2012). El aumento sería mayor si se incluye el aumento de RD$17,281 millones en la amortización de la deuda pública que tendrá lugar en el 2013.

Como vemos, el ahorro que el Gobierno logra con las medidas de recortes apenas daría para cubrir el 92% del aumento en el gasto en educación y pago de intereses.

Está claro, por tanto, que si el Gobierno se limita a esa reingeniería en el gasto público, el déficit se mantendría en 8% del PIB. ¿Alguien en su sano juicio piensa que el FMI aceptaría una “reforma fiscal integral” que se limite a la reorientación del gasto? Si el Gobierno optase por dar la espalda al FMI diciéndole que no habrá aumentos de impuestos, ¿piensa alguien que el BID, el Banco Mundial, los mercados de capitales y la banca doméstica proveerán los US$4,900 millones necesarios para financiar un déficit público de 8% del PIB? ¿Deberíamos sentirnos sorprendidos porque el Gobierno presentó un Proyecto de Reforma Fiscal Integral que genera ingresos adicionales de 2% del PIB? ¿Es exagerado 2% del PIB en nuevos ingresos frente a un déficit de 8%? ¿Acaso se desconocía que la propuesta de reforma tributaria del FMI planteaba reformas que generarían ingresos por 4.7% del PIB?
Algunos han señalado que el Gobierno no tiene necesidad de aumentar las recaudaciones para cumplir con el 4% para la Educación. Esa afirmación es incorrecta. Primero, porque no tiene en cuenta que otros gastos, como los mayores pagos por intereses, las demandas en el área de la salud y la seguridad ciudadana, y las erogaciones adicionales de algunos compromisos asumido por el Presidente Medina durante la campaña, implican aumentos adicionales en el gasto público.

Segundo, porque olvida que se está partiendo de una situación donde el déficit del sector público consolidado no es de 2% sino de 8% del PIB. Y tercero, porque ignora que el dominicano es el gobierno de la región, junto al guatemalteco , que recibe menos ingresos corrientes.

Los abanderados del 4% para la Educación deben ser lo suficientemente realistas para saber hasta dónde el Gobierno puede llegar con los recursos disponibles. En América Latina, muchos gobiernos invierten 4% ó más del PIB en Educación. Pero en todos, en absolutamente todos los países donde se invierte 4% ó más en Educación, los gobiernos reciben ingresos corrientes (tributarios y no tributarios) superiores al 20% del PIB.

Esa es la verdad. Si aquí el Gobierno recibe 13.2%, es una tomadura de pelo exigirle que destine 4.0% a Educación simplemente reajustando el gasto. América Latina en promedio invierte el 5.0% del PIB en Educación, pero sus gobiernos reciben ingresos corrientes equivalentes al 26.6% del PIB, el doble de lo que recibe el nuestro. Para exigir, primero hay que comprender. l

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas