Los restos de la reconocida cronista social Susana Morillo, fallecida el pasado sábado de un infarto, fueron sepultados ayer en la cripta familiar del Cementerio Nacional.
Dulce, culta, alegre, amistosa y entusiasta fueron algunos de los adjetivos atribuidos a la dama por familiares, amigos y figuras del periodismo que desfilaron por la Capilla “E” de la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln, donde fueron expuestos sus restos.
Héctor Báez, el único hijo de Susana, fallecida a los 94 años, dijo que su madre fue una mujer ejemplar en todas sus facetas y que deja un legado de pulcritud para las nuevas generaciones.
De su lado, Bienvenido Alvarez Vega, director del periódico Hoy, donde Morillo laboraba desde el 2002, se refirió a ella como “la flor más perfumada de la crónica social dominicana”. En tanto que el diseñador Leonel Lirio la describió como “un ser humano excepcional y fuera de serie”.
“Se nos fue la reina de la crónica social, se nos fue la mariposa”, manifestó, de su lado, Cándida Ortega.
