SANTA ANA, California, EE.UU. (AP) — La industria de piscinas de California, que apenas de reponía después de la recesión de 2088-2009, enfrenta ahora un nuevo desafío: la devastadora sequía que sufre el estado ha puesto bajo la lupa a esas construcciones tan habituales en los patios traseros de las casas de la entidad.
Más de tres decenas de agencias locales de agua y ciudades están revisando minuciosamente el uso de agua en las piscinas, con reglas que van de exigir que se cubran las piscinas para evitar que el agua se evapore o prohibiendo a los propietarios que las drenen o usen las antiguas que necesitan reparaciones.
Hasta ahora las reglas puestas en operación por los organismos que gestionan el agua a nivel local no han causado mermas a la industria, pero hay empresarios que temen que eso ocurrirá si la sequía persiste o se recrudecen las restricciones.
Además, en un momento en que los pozos de ciertas partes del estado se secan y residentes preocupados por la escasez se deshacen de sus jardines, las piscinas representan un problema de imagen que podía afectar a los negocios en el largo plazo si la escasez de agua se alarga.
«Ya tienen mucha presión y el clima se está agravando, hay más calor y más sequía», dijo Alan Smith, propietario de una compañía de reparación de piscinas que anualmente arregla unas 900 piscinas en el condado Orange.
Las piscinas situadas en patios traseros llegan a almacenar desde 37 mil (10.000 galones) hasta 113.000 litros de agua (30.000 galones) y las comerciales, de medidas olímpicas llegan a contener hasta 2.4 millones de litros (650.000 galones). Una típica a la que no se pone cubierta pierde unos 2,5 centímetros de agua (una pulgada) por la evaporación en una semana, dependiendo de las condiciones climáticas.
Treintaisiete ciudades y organismos reguladores de agua en el estado han puesto en práctica restricciones en el suministro a las piscinas, informó Jennifer Persike, vocera de la Asociación de Agencias de Agua de California.
La Asociación de Piscinas y Spas de California se defiende diciendo que en su tercer año de instalación en una piscina se usa menos agua que en el riego de un jardín y que el uso de una cubierta reduce aún más la huella de agua. Actualmente, apenas el 30% de los propietarios de piscinas usa cubiertas, lo que reduce la pérdida de agua por evaporación en más de 90%.
En el sur del condado Orange, donde las nuevas reglas desataron protestas, la agencia de agua votará a fines de este mes el retiro de una prohibición para que los propietarios soliciten autorización para construir piscinas si pueden demostrar que gastarán menos agua que en un riego tradicional de césped, dijo el vocero de la agencia, Jonathan Volzke.
La sequía llegó en un momento especialmente malo para la industria ya que muchas compañías cerraron durante la crisis económica y otras perdieron hasta el 70% de sus contratos. La reducción de los terrenos de las casas y el uso de piscinas comunitarias también les ha afectado.
