El Síndrome del Miembro Fantasma

Una amputación es una pérdida y la forma en que ésta afecta el individuo no sólo depende de lo que se pierde, sino de lo que significa eso que se perdió.

Una amputación es una pérdida y la forma en que ésta afecta el individuo no sólo depende de lo que se pierde, sino de lo que significa eso que se perdió. La pérdida de un miembro del cuerpo siempre se acompaña de un duelo, pero puede atascarse, convirtiéndose en patológico y transforman  casi siempre, en una depresión.

“Cuando una persona pierde un miembro no es sólo el miembro, sino lo que significa para esa persona. Para un pelotero no es lo mismo una lesión en una pierna o un brazo que para otro profesional que no utilice esos miembros con tanta insistencia”, explica el psicólogo clínico y psicoanalista Huberto Bogaert, abordado sobre el Síndrome del Miembro Fantasma, que padecen aquellos que han sufrido una amputación y sienten que  todavía tienen ese miembro y hasta perciben sensación de placer o de dolor.

“Pero, eso no es solo un efecto inmediato por la sorpresa de la amputación,  a veces ocurre después de mucho tiempo. Incluso, sienten dolor en ese miembro inexistente”, abunda el profesional de la conducta humana.

A nivel neurológico, el cerebro también toma tiempo en aprender las cosas y de igual modo toma tiempo en desaprenderlas. ¿Que significa esto? “Que cuando en un miembro doloroso, ya sea una pierna gangrenada, un pie diabético o cualquier otro miembro que ha sufrido un trauma severo donde ha habido aplastamiento de nervio, se produce un dolor crónico o dolor neuropático, que dura meses y meses,  el cerebro se acostumbra a ese dolor, lo graba y por un fenómeno llamado elasticidad cerebral se queda en la memoria del cerebro”, expresa el doctor José Silié Ruiz, neurólogo.

Abunda que por eso las personas que han sufrido una amputación siguen sintiendo por un tiempo el miembro amputado como si estuviese presente.

“Se le amputa el miembro, pero el cerebro va a seguir recibiendo esa señal como si el miembro estuviera ahí, porque las vías que utilizó el sistema nervioso, que son las autopistas específicas para el dolor, van a producir lo que se conoce como focos ectópicos, que son focos anormales en la raíz nerviosa y son  los que van a continuar transmitiendo la señal como si fuese una convulsión epiléptica pero en el nervio”, abunda el reputado galeno.

“Los nervios se alteran por ese dolor crónico y siguen enviando señales anormales al cerebro de un miembro que no está.  No es un invento de las personas y  le duele como el peor momento. Para que el cerebro entienda que no hay miembro ahí, deberán pasar entre tres a seis meses, lo máximo un año” enfatiza el galeno al ser cuestionado.

A nivel psicológico- amplía Bogaert- la naturaleza del duelo, la intensidad del duelo que esa lesión produce, variará según los individuos también, no es solo el dato sino lo que representa el dato para el sujeto. Ahora bien-dice- el síndrome del miembro fantasma puede verse de diferentes ángulos porque ya hoy día la neurobiología y la psicología no están divorciadas.

Gracias al desarrollo de la neurociencia ambos terrenos empiezan a juntarse, de hecho la neurociencia incluye psicología cognitiva, neurología, neurobiología.
Es factible, explica Silié, que la sensación de dolor del miembro fantasma sea mayor en las piernas que en los brazos, porque las extremidades inferiores  utilizan nervios de mayor tamaño y de mayor grosor como el ciático cuyo filete nervioso es el más grueso del organismo,  por lo que allí se presenta mayor chance de que esos focos ectópicos sean mayormente numerosos.

Explica, que todos tenemos un umbral doloroso  el cual es diferente en cada quien y éste dependerá de dos factores, el anatómico y el cultural. En lo anatómico – abunda el neurólogo- el dolor envuelve tres aspectos,  “el propio mecanismo de percepción doloroso que se registra en la corteza parietal del cerebro, los nervios transmisores y la respuesta”. 

Hay una parte cultural del dolor,  el dolor se aprende, “fíjate bien que hay culturas en las que a los hombres les tienen prohibido llorar y tienen que soportar estoicamente .  Ahora con los horarios en las funerarias que cierran a una hora determinada para reabrir al día siguiente,  la gente interrumpe su duelo y lo reinicia al otro día.  Los haitianos lloran a los que nacen y nosotros a los que mueren. El aspecto cultural del dolor se aprende”, indica Silié Ruiz.

Bogaert  evoca que antes a los neurólogos les costaba mucho explicar eso pero hoy, en la medida que se ha desarrollado la neurociencia, “hemos logrado explicarlo mejor,  ya no solo existe la hipótesis neurológica está la neurobiológica también”. Con anterioridad, se veía el cerebro como un órgano rígido, hoy día se habla de neuroplasticidad. “Neurobiológicamente  la explicación que corresponde al porqué se siente un miembro inexistente es que  otros patrones neurales, otros mapas, correspondientes por ejemplo a la cara o al antebrazo que existen en esa corteza parietal, cerca de donde estaba el área correspondiente a  ese miembro amputado, por transferencia y por remodelación invaden esa área. De manera que se siente dolor en una mano que no se  tiene porque hay una cara o un antebrazo que recoge esos estímulos”, dice Bogaert.

 Silié explica que el Síndrome del Miembro Fantasma  equivale a lo opuesto a cuando  el miembro es inmovilizado por ejemplo con un yeso, “al no recibir estímulo en tres meses por ejemplo, el cerebro borra ese miembro aun estando presente.  Pero no es el cerebro que está dañado, son los nervios, las raíces nerviosas que tienen los focos ectópicos. Al no movilizarse, las señales nerviosas no le llegan al cerebro. “El neurólogo aconseja el manejo del dolor lo más pronto posible, porque si se pretende soportarlo estoicamente se permite que esos focos ectópicos aumenten, “en cambio,  si usted frena el dolor eso no ocurre”.

Bogaert dice que una persona puede, por razones psicológicas, sentir dolor cuya causa orgánica no se conoce , pero  “sienten el dolor, de hecho hay millones de personas que lo padecen”. El psicoanalista asegura que hay otra explicación psicodinámica para el Síndrome del Miembro Fantasma.  “Una persona inviste su cuerpo, carga su cuerpo de energía y aunque sabe que pierde ese miembro no puede renunciar a él de una manera inmediata. La duración de ese proceso dependerá de lo que signifique ese órgano para el individuo”, detalla.

¿Qué suele suceder con esas personas, que padecen el Síndrome del Miembro Fantasma?  Según los psicólogos es que al no hacer el duelo de la amputación de ese miembro permanecen imaginando su presencia.  “Es como si fuera una alucinación somática, porque el individuo cree y está convencido de que siente su mano aunque ve que no la tiene”.

El psicoanalista añade que aunque la persona no luzca depresiva conviene tratarlacomo si lo estuviera, ya que no siempre se presentan síntomas.

Desde el punto de la física cuántica

Conforme a los descubrimientos de la física cuántica, somos más que un cuerpo físico, y rodeando este cuerpo hay un molde electromagnético, otro cuerpo de energía que es el que transmite las señales y el dolor de la pérdida, que conserva los recuerdos, los traumas, las emociones y está conectado al cerebro físico. Ese molde no muere porque la energía no se destruye, sólo se transforma. El molde no pierde el miembro, pero conserva un “imprint” de la pérdida traumática.

Reacciones

Para que el cerebro entienda que le falta un miembro al cuerpo, deberán pasar de tres a seis meses”.
Huberto Bogaert
PSIcólogo clínico y psicoanalista

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