Ahórrate distracciones en tu laborantismo electoral, malolientes tribunales, declaraciones lacrimógenas para consumo sentimental de los ignorantes, explicaciones sobre tu impoluta naturaleza humana. Ahórrate todo eso y mucho más con solo pedirle a tu esposo que le ordene al Canciller instruir al embajador concurrente a Dinamarca que le pida al Danske Bank informar por escrito si ha tenido en sus arcas dinero tuyo, sea mucho o poco. Si no lo haces, queda la duda y, aun dejando caer todo tu poder sobre Marcos Martínez, no resuelves nada.
Sólo los papeles hablan
Ahórrate distracciones en tu laborantismo electoral, malolientes tribunales, declaraciones lacrimógenas para consumo sentimental de los…