La semana pasada, fui consultada por los padres de una joven de 21 años, los cuales tienen altamente preocupados porque esta muestra los siguientes síntomas: aspas en la boca, delgadez extrema, trastorno de sueño, una especie de llaga en manos y pies. Al preguntarles sobre la situación de vida de la joven, si en estos momentos se han operado algunos cambios significativos, responden que sí, que dramáticos. En más de una ocasión había sido tratada por un dermatólogo quien aparentemente solo se había enfocado en lo concerniente a su especialidad.
Mi recomendación inicial fue hacerle unas pruebas sanguíneas, para con esto determinar su condición física. Los resultados dieron todo perfecto. Sin embargo, su organismo ha hecho resistencia por más de tres meses a los tratamientos indicados por su dermatólogo, el cual sugiere que sea evaluada por un psicólogo.
Este tipo de caso es muy frecuente, sin embargo, no es asociado a trastornos emocionales, los cuales son el origen de la manifestación de estos síntomas orgánicos.
Los trastornos psicosomáticos son causa frecuente de visitas al médico, no obstante, ni médicos, ni familiares asocian estos a serios trastornos emocionales, los cuales son la raíz de dichas manifestaciones físicas, y, si no se trata de manera adecuada por un experto en la salud mental, aun mejoren los mismos, en poco tiempo reincide su aparición.
Por todo esto siempre insisto en romper el estigma que tiene la sociedad hacia aquel que va al psicólogo por ejemplo, psiquiatra, no sabiendo que nosotros tenemos la facultad para determinar, claro está, una vez descartadas otras cosas, la forma adecuada de tratar dicho paciente y buscar la verdadera causa que ocasiona dichos síntomas.
Los conflictos que a diario se viven en los hogares, trabajo; sumados a la presión permanente que el diario vivir ofrece, son elementos que provocan estados de ansiedad y estrés en las personas. Manejar el día a día en forma adecuada, sin pretender querer vivir el de mañana sin haber terminado el hoy, es una de las cosas más importantes para mantener salud física adecuada. Cuidar la psiquis es cuidar la salud y la vida. No la descuides.
