El tabaco de RD genera al año US$500 millones

Cuando en República Dominicana se habla de producción agrícola, el tabaco tiene una posición dura y firme en ese sector. Representa el 43% de las exportaciones agropecuarias nacionales, reúne a más de cinco mil cosecheros activos y en promedio&#8230

Cuando en República Dominicana se habla de producción agrícola, el tabaco tiene una posición dura y firme en ese sector. Representa el 43% de las exportaciones agropecuarias nacionales, reúne a más de cinco mil cosecheros activos y en promedio genera divisas por unos US$500 millones.

Esos números podrían inclinarse hacia arriba si se toma en cuenta que este año la cantidad de terreno sembrado del rubro es de 100,125 tareas, cuando la meta original apuntaba a alcanzar 100 mil tareas.

“Eso es un buen paso, porque aunque no es la misma proporción en todas las variedades de tabaco, cumplimos eficientemente con las previsiones que hicimos”, dijo el director ejecutivo del Intabaco, Juan Francisco Caraballo, al ser entrevistado en el Desayuno Económico de elCaribe.

Según el corte más reciente del año pasado, el renglón tabaco genera 105 mil empleos directos, mientras que la actividad global, calculada hasta el proceso de industrialización, mueve a nivel nacional, anualmente alrededor de RD$3,000 millones. Es una cifra que envuelve toda la cadena.

“El tabaco es el principal rubro de exportación agropecuario. Mantener la producción del cultivo equivale a mantener viva la economía de los campesinos”, apuntó Caraballo, acompañado en el encuentro de una parte de su equipo de trabajo en el Intabaco. Sus acompañantes fueron Justino Silverio, Claudio Concepción, Ángel D´ Óleo y Víctor Santana.

El pasado año los envíos en cigarros y tabaco a los mercados internacionales sumaron US$503 millones. Dentro del monto global los cigarros tuvieron el mayor aporte, pues de éstos se exportó un volumen por US$442 millones.

De tabaco, la cifra representó US$61.6 millones, de acuerdo a datos del Intabaco.

Las variedades existentes en el país son el habanensis, tabaco criollo y de olor. De las 100,125 tareas en cultivo unas 60 mil son de esta última variedad. Aunque del tipo criollo hay una gran demanda, la siembra este año fue pequeña, dijo Caraballo.

En el caso del criollo, hay una desmotivación a sembrarlo, que obedece a los bajos precios que ofrecen los compradores a los productores. “Son de los temas que nosotros nos estamos abocando a discutir en la dinámica actual de trabajo”, planteó el director del Intabaco.

Agenda clara y directa
Dentro de las líneas de acción del Intabaco se inscriben los planes para desarrollar un plan estratégico de desarrollo del sector tabacalero.

El Intabaco como organismo estatal regula las siembras y establece un tope, previa discusión y análisis con los industriales y empresarios, que en la actualidad financian las cosechas.

Las siembras del tabaco no se realizan todo el año, sino en el período septiembre-enero. En los meses siguientes se inicia el proceso de recolección y procesamiento de la hoja.

A nivel de la región, Nicaragua, Honduras y Ecuador han avanzado en la industria tabaquera, sin embargo, República Dominicana mantiene una firme posición con poco más del 30% del mercado de cigarros asegurado.

“Y en los premium y preparados a mano marchamos muy bien. Estamos bien parados como país”, explicó Juan Francisco Caraballo, dejando al descubierto una expresión de satisfacción.

Detrás del orgánico
Hasta ahora el país no produce tabaco orgánico, como ocurre con otros rubros como el banano, sin embargo “se anda detrás de eso”. Caraballo reveló que esa institución, junto al Departamento de Agricultura Orgánica del Ministerio de Agricultura y técnicos del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) discute la posibilidad de realizar algunos ensayos para alcanzar la producción de orgánicos. Eso sería para la próxima cosecha. Los productos orgánicos son mucho más demandados en el mundo y tienen precios más atractivos que los convencionales. En el cultivo de orgánicos no se usan sustancias químicas y hay una tendencia hacia ese tipo de producto a nivel mundial.

Uso inteligente de tierras
Para aprovechar los “tiempos muertos” en los cuales no hay tabaco sembrado, el Intabaco ha abierto un programa rotativo para cultivar guandules, batata, maíz y otros rubros de ciclo corto y mediano.

Es algo así como “matar dos pájaros de un golpe”. Por un lado, según explicó Caraballo, se garantiza ingresos al productor cuando no tiene tabaco en los predios, y por el otro, se genera alimentos para la población en un período de seis meses.

Para el programa se contempla una inversión de RD$72 millones, de los cuales el Intabaco hará un aporte significativo.  Para la producción de tabaco, el aporte del Intabaco es cercano a los RD$80 millones/año. El promedio de los tabaqueros dominicanos es de 20 tareas per cápita.

Una mirada a China
China es el principal productor mundial de tabaco, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). A pesar de eso, República Dominicana estudia la posibilidad de lograr en esa nación un nicho de ventas.

“Nos preparamos para acceder a ese mercado y hemos avanzado. Hemos recibido de los fabricantes de cigarros las muestras que nos comprometidos a enviar a China con una delegación que estuvo en nuestro país.

La idea es que seleccionen con cuáles de ellas trabajarán en este proyecto de comercialización”, expuso Caraballo. De surtir efecto el plan que enumeró el funcionario, el país abriría una importante ventana de exportación, pues China representa un importante mercado de más de 350 millones de consumidores. l

El Cibao tiene el mayor porcentaje del cultivo

La mayor concentración de tabaco se da en el Cibao (más en la parte central) y en la Línea Noroeste. Entre esas provincias figuran: La Vega, Monseñor Nouel, Espaillat, Santiago (tiene el mayor porcentaje de cultivos), Puerto Plata, Valverde, Dajabón,  Santiago Rodríguez y Monte Cristi. Las condiciones de suelo y el propio clima contribuyen en gran manera a la fortaleza de esos lugares en término aporte productivo.

En algunas áreas del sur del país, como Azua, también se cultiva tabaco, aunque en menor proporción. Lo propio ocurre en el denominado Cibao Oriental, en lugares como Cotuí. En Monte Plata hay algunas siembras.

En San Juan de la Maguana y en Hato Mayor, el Intabaco ha descubierto siembras que no cuentan con su aval.

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