The Conspirator

Robert Redford, creador de este filme maravilloso, dijo que no pretendía recrear el asesinato de Abraham Lincoln, 16avo. presidente de USA;…

Robert Redford, creador de este filme maravilloso, dijo que no pretendía recrear el asesinato de Abraham Lincoln, 16avo. presidente de USA; que solo lo usa como contexto, como paño de fondo, así como a la Guerra Civil Norteamericana (1861–1865). Por tanto, se decidió por mostrar únicamente al grupo que conspiró. También muestra el trágico desenlace de una mujer acusada de conseguir las armas y darles un escondite a los conjurados; ambientado durante los días sucesivos al magnicidio.

Explica Redford que “existía la cuestión de si aquella mujer era o no cómplice, inculpada apenas por estar asociada a los conjurados, o de estar muy envuelta en la trama. El abogado que la defiende no quería defenderla. El abogado (de oficio que la defiende) era un soldado de la Unión que se hizo abogado. Entonces, poco a poco, su desprecio por la acusada cede lugar a la sospecha de que ella está siendo hostigada apenas para que su hijo fugitivo se presente ante las autoridades”.

El cuidado que pone Redford al filme es una prueba de su agudeza como artista comprometido. Intuitivo, Redford evita incursionar en insinuaciones inmediatas a la política contemporánea, tampoco se aventura en moralismos. Lo que sí es muy axiomático -como lo es todo buen cine- es la imputación a las tipologías corruptas de la administración de justicia, y asimismo golpea la conducta insensata a que son llevadas grandes camadas del pueblo, todo eso tiene un objetivo: redención para el pueblo manipulado y enfatizar en la conciencia del ciudadano común su capacidad de revelar diferencias e inequidades.

Es destacable la excelente vertiente educacional del filme con un ritmo adecuado que por momentos cautiva con maestría cuidando de no manipular a la platea con chauvinismos gringos. Los momentos emotivos vienen después cuando finaliza el filme en sí, suben los créditos y la historia comienza a desfilar en el imaginario. Una reconstrucción excelente tanto del asesinato como del proceso penal. l Etzel Báez HHHHH género: Drama histórico. Duración: 123 minutos

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