The Second Mother

Excelente filme brasileiro de sensible ambientación, desde las locaciones en la que ocurre la mayor parte del filme, pasando por la formidable construcción de personajes para nada maniqueos y, por tanto, con encantadores diálogos que reflejan comportamientos implícitos. Decimonónico planteamiento de conflictos que llevan a disquisiciones sobre los propios relacionamientos cotidianos, independientemente de si nos vemos reflejados o no en estas situaciones que plantea la historia de una sirvienta y la familia de la casa en la que hace de todo: cocinar, limpiar, y hasta servir de “una segunda mamá” para los hijos de sus patrones. No es trama sobre ricos y pobres, ni de lucha de clases, no, es sobre cómo cada quien ve el mundo que le rodea y, muy ejemplar para los dominicanos, los desencuentros y malas interpretaciones que llevan a errores que marcan las groserías y desavenencias que se dan entre padres e hijos, entre parejas, entre gente que se conoce por mucho tiempo y llevan una vida cotidiana en donde comparten todo. En el caso de la familia brasileira, el filme se dirige a explotar la enajenación y la involución social y cultural en que se desarrolla en las últimas décadas, y al mismo tiempo nos habla del nihilismo insociable en que se convierte un individuo que, pese a su clara conciencia de lo que ocurre a su alrededor, se suma a ese síndrome de solipsismo (un estado de excepción del individuo en el que no parece responder por anulación propia), y ese es un estado superior del aburguesamiento de clases medias de alto padrón adquisitivo. Ese personaje coprotagónico, el jefe de la familia, es sintomático y antípoda al macho patriarcal que todo lo controla y tiraniza, no, este es un macho típico de esos individuos que pierden todo sentido conductual para el que fueron formados desde el mismo instante en que cambian los roles hombre-mujer; y entonces, esos individuos, suelen “jubilarse” cayendo en una depresión profunda, un tropiezo tan fuerte que pareciera que va perdiendo todas sus facultades de “hombre”. En contraposición, tenemos los personajes femeninos: impetuosas, indagadoras, impulsivas, y es ahí donde se tejen los mejores intercambios de personajes y de interpretaciones. Sus valores, sus virtudes y, también, sobre todo eso, sus mezquindades tanto las explícitas como las que se interpretan con gestos, miradas, silencios, dimes y diretes. 
HH HH Género: drama y comedia. Duración: 112 minutos.