La carretera que construye el Gobierno y que unirá las zonas de San Juan y Barahona está a tiro de hit. No cabe la menor duda de que el presidente Fernández se ha propuesto inaugurarla, si no antes del 20 de mayo, fecha de las próximas elecciones, sería antes del 16 de agosto cuando entregue el poder a su sucesor.
Es que en estos momentos numerosas brigadas trabajan en los toques finales de la obra que ya está en pleno funcionamiento, pero que necesita la terminación de algunos detalles claves. Varias brigadas trabajan en la colocación de las barandas de protección.
Otras en la terminación de los cabezales de las alcantarillas. Un grupo significativo de obreros concluye las aceras y contenes en la comunidad del granado. Y una verdadera flotilla de camiones volteos, rodillos y máquinas especiales que “tiran” el asfalto avanzan desde San Juan de la Maguana hasta la zona de Batey Dos, colocando la última capa asfáltica. Aquello es intenso y permanente, incluyendo labores a altas horas de la noche, los fines de semana y hasta los días feriados. Como ya es conocido, en lo que se termina la construcción de esta carretera, los pobladores sacan el mejor de los provechos.
El tránsito por la vía es cada vez más intenso, sobre todo en el transporte de productos para mercado y giras turísticas que parten desde San Juan hacia la zona oeste, para darle la vuelta al lago Enriquillo o para adentrarse al sur hacia los litorales de Barahona y Pedernales. Las playas de esa zona y los atractivos turísticos, que incluyen el Hoyo de Pelempito, son las motivaciones más trascendentales de estos visitantes.
El resto de los que usan la vía tienen objetivos diversos, desde las simples visitas por curiosidad o placer visual hasta muchos que han reforzado sus lazos familiares a ambos extremos de la vía, pues tradicionalmente ha habido una migración hacia ambas direcciones. Naturalmente que todo este movimiento ha renovado la esperanza de los sureños que definen esta carretera San Juan-Barahona como una de las obras más importantes levantadas por el Presidente en esa diezmada región.
Sea cuando sea que el primer mandatario entregue formalmente esta obra tendrá su espacio para ser recordado como un presidente bueno, que miró hacia esa parte del país con la intención de aportar un granito de arena al esfuerzo que hacemos todos los sureños por salir de la pobreza. Y eso se agradece.
