Todo sobre la reina

La sabiduría popular le confiere a la lechuga propiedades para la anemia y debilidad en general. Dicen que es diurético y favorecedora para el sueño. Incluso, que cura bronquitis leves y la caspa. De lo que sí estamos seguros, es que se trata…

La sabiduría popular le confiere a la lechuga propiedades para la anemia y debilidad en general. Dicen que es diurético y favorecedora para el sueño. Incluso, que cura bronquitis leves y la caspa. De lo que sí estamos seguros, es que se trata de uno de esos ingredientes que siempre hay que tener a mano. Versátil como ningún otro, se presta para miles de sabrosas combinaciones.


¿Por qué son tan buenas?

Las diferentes variedades presentan valores nutritivos distintos. Pero, en general, las lechugas son ricas en fibra y con componentes muy saludables.

Contiene vitamina A (del beta caroteno, no se percibe su color amarillo-naranja ya que está escondido por los pigmentos verdes de la clorofila). ¡Ojo! Las hojas con color verde oscuro son las que contienen más beta caroteno. Son también moderadamente un buen recurso de potasio, vitamina C, calcio, hierro y cobre.


¿Qué hago para que se mantengan frescas?

  • Tienes que evitar almacenar tus lechugas junto con manzanas, peras o guineos, ya que estas frutas producen gas etileno natural para la maduración, que hará que se pudra más rápidamente.
  • Para que luzcan como recién cortadas, lávalas con agua limpia y déjalas sumergidas en agua helada o con hielo; se verán estupendas y sabrán crujientes.

 

¿Cuándo y cómo?

La lechuga debe preparase momentos antes de servir. No corte ni aderece mucho antes de servirla, ya que aparte de deteriorar la vitamina C, pierde su aspecto y su cualidad crujiente.

En general, la lechuga se consume cruda. Además de utilizarlas en las ensaladas, como se hace comúnmente, se puede cocer a fuego lento, al vapor, saltear e incluso determinadas variedades se pueden asar.

Antes de cortar se deben escurrir y secar, enrollar y cortar.

 

Aliño rápido

Aceite de oliva + Jugo de limón + Orégano o perejil seco.


Truco:

Si secas las hojas, el aliño o aderezo no caerá al fondo.

 

Con historia:

Persas, griegos y romanos ya la cultivaban y se beneficiaban de sus propiedades alimenticias.

 

¡Elige la tuya!

Romana

Es una variedad que crece con una larga cabeza y que posee hojas alargadas y con un robusto nervio central. Al contrario que otras, es más tolerante al calor. Su sabor es ligeramente amargo. Es famosa por la ensalada César.

Arúgula

Conocida también como “Rúcula” o “Rúgula”. Se usa en ensaladas, pero también cocinada (con pastas, por ejemplo). Es común verlas sobre las pizzas, agregándolas tras el horneado. Es rica en vitamina C y hierro.

Lechuga repollada

Existen varios tipos, pero en general, es la más conocida por los dominicanos y, podríamos decir que la más consumida. Es la protagonista de la mayoría de las ensaladas caseras de nuestro país.

Endivia o cogollo

Sus brotes suelen ser entre blanco y amarillo pálido. De sabor amargo. Se puede consumir cruda o cocida, en ensaladas. También, gratinadas. Las nueces, la manzana o el roquefort son su mejor guarnición.

Berros (watercress)

Sus hojas son pequeñas, muy verdes y carnosas. Tienen un ligero sabor ácido. Ponlos en ensaladas y sopas.

La lechuga hoja de roble

Debe su nombre a su similitud a las hojas del árbol con el mismo nombre. Podemos hacer ensaladas con ella, pero lo ideal es mezclarla con otras variedades.

Butter Lettuce

Suave, aterciopelada y sensible, pero al mismo tiempo muy resistente, gracias a su tallo. Es conocida como “Boston lettuce” y “Bibb lettuce”. En los supermercados dominicanos, la encontramos empacada. Se come en ensalada y puede llevarse a la parrilla.

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