“No quería ir a esa fiesta y sin embargo me divertí mucho”. Estamos desganados, con inconvenientes, eso nos induce a atender una invitación a salir más por amabilidad que por real disposición. Inesperadamente resultó que el ágape nos sentó bien y relajó, por lo que al final reconsideramos y sentimos que valió la pena la experiencia.
A veces nos encontramos que después de hacer algo sin motivación, terminamos contando una historia positiva. El ejemplo subraya la importancia del patrón de decisión que llama a en caso de duda, elegir lo positivo, que es la acción frente a la inacción. En actuar reside la posibilidad de ganar o perder. En no actuar, sólo perder. l