El tránsito en el GSD

Quienes planean sus diligencias personales, lo hacen ahora considerando un nuevo factor: el difícil tránsito en la ciudad de Santo Domingo, con énfasis en el Distrito Nacional. En ese mismo tono, consideran las citas; el tiempo que podrían tomarse&#82

Quienes planean sus diligencias personales, lo hacen ahora considerando un nuevo factor: el difícil tránsito en la ciudad de Santo Domingo, con énfasis en el Distrito Nacional. En ese mismo tono, consideran las citas; el tiempo que podrían tomarse de un lugar a otro.

Esa realidad hace que muchas personas que habitan fuera del corazón actual de la ciudad, o en sus extensiones modernas, sientan algún tipo de aprehensión, de estrés o desentono, cuando se ven en la necesidad de acudir a algunas oficinas gubernamentales o a zonas comerciales ubicadas en ese mismo entorno.

Es que el transporte cotidiano, lunes a sábado hasta durante la noche, se ha enmarañado en la ciudad. Es tema obligado de los especialistas y un sufrir para las personas comunes.

¿Estarán pensando las autoridades de la Nación, los gobiernos municipales del Gran Santo Domingo, y especialmente del Distrito, en este problema? ¿Cuáles factores provocan esta nueva situación?

Muchas causas pueden ser consideradas. El principal polo urbano y de crecimiento es el Gran Santo Domingo, donde se mueve el 62% del parque vehicular del país. La dinamia económica se ha modificado en los últimos años. Más vehículos, más transporte pesado, más movimiento comercial, más personas en las calles y los espacios urbanos más limitados.

Se han tomado algunas decisiones para mejorar el tránsito urbano. Soterrados, elevados y otro tipo de soluciones y se hacen esfuerzos, pero no se advierten cambios. A veces se percibe que todo se complica más.

Pero además, los ciudadanos y las autoridades tienen un pobre sentido del respeto a la ley. La forma en que se comportan muchos automovilistas complica, lo mismo que los ordenadores del tránsito que sólo ven algunas violaciones e ignoran otras, especialmente si los conductores son taxistas, conchistas o guagüeros, quienes disfrutan de licencias especiales.

En fin, transportarse en la ciudad de Santo Domingo es un padecimiento. Cuando se acerque diciembre empeorará. ¿Qué pueden hacer las autoridades para atenuar este panorama? En lo inmediato, sería útil acelerar la finalización de los trabajos de los elevados y la Línea IIB del Metro. Sería un remedio momentáneo.

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