Trapisonda en las FFAA

En un acto de presentación de la nueva Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, el titular de esa institución, almirante Sigfrido Pared Pérez, declaró que muchos oficiales se han valido de “trapisonda” para escalar y alcanzar altos rangos y puestos&#

En un acto de presentación de la nueva Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, el titular de esa institución, almirante Sigfrido Pared Pérez, declaró que muchos oficiales se han valido de “trapisonda” para escalar y alcanzar altos rangos y puestos de mando.

Asimismo, el ministro de las Fuerzas Armadas lamentó que otros oficiales de muchos méritos no hayan escalado, precisamente por esas “trapisondas”.
“Hemos visto a oficiales muy preparados que se han quedado en el anonimato, producto de esas ‘trapisondas’”, declaró el almirante Pared Pérez.

El alto oficial dijo que mediante la nueva legislación existe la posibilidad de acabar con las malas prácticas que se utilizan para conseguir ascensos y para impedir ascensos en los institutos castrenses. Fue más lejos cuando vaticinó que de no lograrse la superación de esa situación con la nueva legislación, “entonces hemos fracasado”.

De acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, ‘trapisonda’ significa: “Bulla o riña con voces o acciones”. También se define como “embrollo, enredo, confusión”. Una tercera definición es la que se refiere a la “agitación del mar, formada por olas pequeñas que se cruzan en diversos sentidos y cuyo ruido se oye a bastante distancia”.

Es seguro que el ministro de las Fuerzas Armadas se refirió al término aludiendo a la segunda definición, que se refiere a embrollos, enredos y confusiones, que de seguro se producen en las instituciones castrenses y han sido mecanismos usados para escalar y también para tronchar escalas.

Compartimos las buenas intenciones y deseos del ministro de las Fuerzas Armadas, en procura de que los altos rangos sean ocupados por oficiales que se destaquen por sus méritos y por la labor realizada y no por sus conexiones políticas o por otras vías no adecuadas que se practican en la actualidad. Sin embargo, no basta con una nueva ley, es preciso “ponerla en ejecución”, para ver los resultados.

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