En el Sur está que bailan en un solo pie con las ejecutorias del presidente Danilo Medina. Sus primeras visitas sorpresas comenzaron por esta región y cada vez que ha vuelto ha sido con buenas nuevas. La más reciente sirvió para empezar una revolución agraria en la zona de San Juan con la proyección de invertir más de 12 mil millones de pesos en un ambicioso plan productivo. En toda la comarca la gente está celebrando esta información que no sólo impactará la zona de San Juan, sino que se reflejará de una u otra manera en toda la región. Como sureño, Medina está dando la cara.
Sin embargo, en su edición de ayer el diario elCaribe reseña que los estudios de la presa de Monte Grande se han detenido. Lo mismo ha ocurrido con la reparación de la presa de Sabana Yegua. Esa es una información preocupante.
De Sabana Yegua sabemos que la reparación de su muro de demasía es de vida o muerte para las comunidades ubicadas aguas abajo del río Yaque del Sur. Incluso el Indrhi tenía estos trabajos con tanta prioridad que hasta llegó a plantear el cierre limitado de la presa para su reparación. Aunque al final pospuso este plan, no sale de la mente de su actual director la solución de este problema que es una bomba de tiempo. Nadie quiere imaginarse qué pasará con las provincias Baoruco e Independencia, si en esta temporada ciclónica llega una tormenta o huracán al estilo Georges y se lleva de paro ese muro. Lo de la presa de Monte Grande es la otra obra vital para los sureños. Todos hablan de que para el Sur sería un antes y un después de esta megaobra.
Aunque se dio ya el primer picazo, la crónica de elCaribe revela que se han detenido los trabajos por falta de asignación de fondos de parte del Ejecutivo.
Y eso es suficiente para saber el porqué la tristeza se adueña de los sureños. La historia reciente está ahí. Las inundaciones dejaron sus huellas y si alguien lo sabe es el presidente Medina, que cuando el huracán Georges fue el primero de los funcionarios del Palacio, para entonces era secretario de la Presidencia, que sobrevoló la zona en un helicóptero, precisamente en compañía del tamayero Osvaldo Santana, actual director de elCaribe. Nadie quiere ver reproducida esa historia que desgració a los pueblos del Suroeste. ¿Verdad, señor Presidente?
